Un año más los jóvenes de Santanyí dejaron atrás su sentido del ridículo e hicieron prevalecer sus ansias de disfrutar y divertirse con un juego social que desde antaño ha acompañado las veladas de muchos jóvenes y no tan jóvenes, el juego de la Oca. En la segunda edición de la Oca Santanyinera la plaza Major se convirtió en un enorme tablero en cuyas casillas se había adaptado expresamente lugares característicos del municipio y en cada una de las casillas se habían programado diferentes pruebas de habilidad para que los equipos participantes pudieran demostrar su destreza delante del numeroso publico que se congregó para disfrutar de una velada que se alargó hasta la madrugada.

Un total de 21 equipos se inscribieron en dicho concurso lo que hizo que por segundo año consecutivo la Oca Santanyinera, que instaba a tornar a fer s´annerot, fuera uno de los momentos de más animación de las fiestas de Sant Jaume.

Como es habitual, el premio del juego es uno de los menores alicientes del mismo, ya que se constata que lo que realmente prevalece es el deseo de divertirse en conjunto, a pesar de que en algunas casillas de penalización del mismo la prueba a superar fuera la de comerse un ajo crudo, o una guindilla picante o un trozo de cebolla, todo antes de retroceder de tirada ya que el propósito en cada lanzamiento de dados era intentar caer en una casilla de la Oca.

Ayer también hubo variedad de actos festivos y este fin de semana y el lunes se servirán los platos fuertes de las celebraciones.