"¿Qué cantinela es esta de que removemos heridas si hablamos de nuestros muertos, de los represaliados por el franquismo? ¿Qué quieren, que después de haberlos asesinado, o encarcelado, nos callemos?" Habla Esperanza López Tortosa -Palma, 1945- nieta e hija de condenados durante el golpe de estado militar contra la República por ser de izquierdas, el primero, y "por una equivocación, mi padre". Su abuelo, Docmael López Palop fue detenido y llevado a la prisión de Illetes. Era teniente de alcalde de Palma, con Emili Darder, y catedrático de Matemáticas, además de vicepresidente de la Diputación. El 23 de junio de 1938 le sometieron a consejo de guerra y le condenaron a cadena perpetua. El 2 de marzo de 1939 muere en la prisión por enfermedad. "No ha sido rehabilitado", recuerda su nieta.
Su hijo, José López Bermejo, fue prendido y conducido a la prisión de Bellver el 27 de julio de 1936. "Le detuvieron por un error, por ser hijo de. Mi padre no militaba en ningún partido", indica Esperanza López. El 4 de febrero de 1938 se celebra el Consejo de Guerra que le condena a seis años y un día.
El suyo es dolor por partida doble. ¿Ha perdonado?
¡Ah sí! En mi casa nunca hubo rencor; lo que hay es dolor. Mucho.
Usted estudió Historia, ¿para aclarar lo sucedido?
No; siempre me apasionó. Además yo me enteré de mayor, cuando estaba estudiando la carrera en Barcelona, de quienes fueron mi abuelo y mi padre, y lo que sucedió con ellos.
¿Quién se lo ocultó?
Mi padre nunca quiso hablar. Al salir de la cárcel sufrió dejación y desprecio. Tuvo que empezar de 0 fuera de la isla. Un tío suyo le consiguió una gerencia en la termas de pajares de Alhama de Aragón. Yo nací ahí. Volvimos cuando yo tenía 5 años. En casa no se hablaba de la guerra. No sabía que mi abuelo y mi padre eran 'rojos'. De pequeña me llevaron a un colegio de monjas porque en el Ramon Llull, donde mi abuelo fue catedrático de Matemáticas, el franquismo al ganar la guerra colocó a los suyos. En aquel instituto donde dieron clases hombres laicos, se acabó cantando el Cara al sol.
Cuénteme la historia de su padre. Después hablaremos de su abuelo, que compartió el gobierno de Palma con Emili Darder, fusilado por la dictadura de Franco.
Mi padre, el tercer hijo de Docmael y Asunción, se presentó al cuerpo de telégrafos en Madrid. Pocos meses antes del estallido del 36 le destinaron a Palma. Fueron a detener a mi abuelo pero toda la familia estaba en Porto Cristo menos mi padre. Le llevaron preso al castell de Bellver el 27 de julio. A mi padre le confundieron con su hermano Eduardo, que sí estaba metido en política. Como el suyo, hubo muchísimos errores. En diciembre fue trasladado al campo de concentración de Campos y después a Pollença. Cuando ya supe todo, él me dijo: "Cuando vayas por la carretera de Pollença, písala con respeto porque la hizo tu padre". Le procesaron año y medio después de detenerle, sin cargos y fue trasladado a Can Mir. Me contó que allí las condiciones fueron terribles. Fue condenado a seis años y un día en febrero de 1938. Cuando pienso que se inventaron como cargo para condenarle "abandono de destino" cuando en realidad, es que le habían detenido, ¡me pongo enferma! Su detención está relacionada con actividades de su padre, "un relevante izquierdista". En 1940 tras un decreto de amnistía salió de Can Mir en libertad condicional. Dos años después, le conmutaron la pena. Salió de la cárcel en abril de 1842. Hasta el escrito del juzgado comunica que "le ha sido conmutada la pena que lleva en exceso cumplida".
¿Se le ha hecho justicia?
Dicen que reabrimos heridas, y estás ahí calladito y no dices nada... En este país son muchos los que no quieren hacer memoria. Son los mismos de siempre. Desde los Reyes Católicos hasta hoy, el mismo bloque es el que hace las leyes a su medida.
El caso de su abuelo, Docmael López, pese a haber tenido un peso político relevante, es apenas mencionado. ¿A qué cree usted que obedece ese ''mutismo'?
A ni abuelo le condenaron a cadena perpetua. Le detuvieron en agosto del 36 y estuvo preso en Illetes, en Bellver y en Can Mir. Las condiciones eran terribles. Mi abuelo enfermó. Ingresó en el hospital y murió el 2 de marzo de 1939. ¡Cuando pienso que a mi abuelo le quitaron la cátedra, que era teniente de alcalde, y que con los años no haya una mención!
¿Cree que han olvidado a su abuelo?
El otro día en Bellver en el acto de entrega de objetos de los presos políticos del franquismo que hicieron sus familiares se lo dije al alcalde. ¡Ni una mención! Imagino que como el partido político al que pertenecía mi abuelo no tuvo continuidad, hace que hoy sea una figura olvidada. Mi abuelo era de Pi i Margall, en el 34, de Unión Republicana, que se integraría en el Frente Popular que ganó las elecciones del 36. Él era un hombre ilustrado que inauguró la cátedra de Matemáticas en el Instituto Ramon Llull. A su entierro, solo fueron dos personas. Estoy convencida de que hay olvidados de 2ª. ¿Por qué siempre se van a las mismas fuentes?
¿Cómo vive usted lo que está sucediendo en Cataluña?
Lo vivo perpleja ante la estulticia de la clase política. No puedo entender al PP ni al PSOE. Cuando tenemos un pasado que crees solucionado y ya ves, escarbas y sale toda esa miseria. Siempre son los mismos. En mi opinión lo de Cataluña es una cortina de humo para no hablar de todas las sentencias que están saliendo de corrupción; además tienen todo el aparato del Estado a su favor.
¿Se ha hecho suficiente memoria en esta país?
No, ni justicia con la República, ni con sus gentes. Hubo un intento de otra España, que lo abortaron por la fuerza. Está claro que la izquierda cometió muchos errores pero es que no hay que olvidar que siempre a la izquierda le toca llegar al poder en los peores momentos. La crisis del 31, ¡vaya panorama internacional! El error es siempre el mismo: la desunión en la izquierda.
Usted ha sido profesora de instituto, y tuvo la oportunidad de dar clases en Zurich y en Estrasburgo. Estamos a la cola en resultados. ¿Algo que decir?
He heredado la firme creencia de que la educación puede cambiar la sociedad. Solo que con este sistema educativo que cada dos por tres cambia de planes hay poco que hacer. Finlandia, paradigma del modelo educativo en Europa, no toca el sistema. Creo que en este país falta autocrítica, y sensatez política.
