La Policía Local de Palma ha puesto en marcha una campaña de control de perros. Los agentes irán equipados con un lector de microchips, cedido por el Centro Sanitario Municipal de Protección Animal de Son Reus, para llevar a cabo su labor.

Los agentes, a través de la Policía comunitaria, se encargarán de verificar que el perro tiene implantado el microchip y también examinarán la documentación sanitaria del animal.

La Policía Local de Palma prestará especial atención estos días a infracciones comunes como no llevar al animal atado -obligatorio en todos los casos- o si el dueño no recoge los excrementos de su can.

En el caso de las razas potencialmente peligrosas de perros, los agentes prestarán atención para que se cumpla la obligatoriedad de que lleven puesto el bozal en la vía pública. Asimimo, la Policía Local comprobará que el propietario de estos animales, tal y como establece la ley, tenga suscrito un seguro de responsabilidad civil cuando así lo requiera el tipo de can.

Hasta el momento esta campaña de control de perros se ha puesto en marcha en el distrito Litoral de Ciutat, que comprende desde El Molinar hasta el final de la Playa de Palma. Paulatinamente, la vigilancia exhaustiva de los animales se irá extendiendo por el resto de distritos de la capital balear.

Multas de hasta 300 euros

Las infracciones más comunes de la ordenanza municipal de los propietarios de perros suelen acarrear multas que pueden oscilar entre 60 y 300 euros de cuantía, en función de la gravedad.

El importe de la sanción para los propietarios de los perros por no cumplir con lo estipulado para la tenencia de estos animales puede variar sustancialmente al alza o a la baja, a tenor del comportamiento del dueño.

Uno de los factores que más contribuye a que el importe de la sanción al dueño del perro esté situado en el tramo superior es la reincidencia. Por el contrario, también se tendrá en cuenta como atenuante, para rebajar la cuantía de la multa, la reparación del daño causado.

Los criterios que manejarán los policías locales, recogidos en la ordenanza municipal, para establecer la sanción se atendrán a los perjuicios que pudiera causar el animal a terceros o a servicios y bienes públicos y si existe intencionalidad.