Han pasado más de dos meses hasta que el Ayuntamiento de Palma ha decidido mostrar su apoyo a las seis mujeres chinas que fueron víctimas de un ataque racista mientras bailaban en la plaza de la Guardia Civil, en el barrio de Nou Llevant. El regidor del distrito Llevant, Joan Ferrer, las fue a visitar este fin de semana como símbolo de rechazo a los actos violentos y xenófobos.