La junta de gobierno del Ayuntamiento de Palma aprobó ayer la expulsión del cuerpo de la Policía Local de los cuatro agentes condenados por sentencia firme del Tribunal Supremo por agredir a un detenido en los calabozos de Sant Ferran en mayo de 2011.

El acuerdo adoptado ayer supone la pérdida de la condición de funcionario de los cuatro agentes, una medida que entrará en vigor a partir de hoy.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, manifestó que con esta decisión se ejecuta la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma de julio de 2015, que fue ratificada en prácticamente todos sus extremos por parte del Tribunal Supremo el pasado mes de septiembre.

Como consecuencia de ambas sentencias los agentes implicados en la agresión (dos oficiales y dos policías) están inhabilitados definitivamente para desempeñar su cargo de policía. La concejala aclaró que si bien la expulsión como funcionario afecta únicamente al Ayuntamiento de Palma, ninguno de los cuatro agentes podrá ejercer de nuevo como policía en ningún municipio puesto que tienen antecedentes penales.

La sentencia del Supremo imponía al oficial A. G. M., autor de la agresión, un año y tres meses de cárcel por la comisión de un delito contra la integridad moral no grave en su modalidad activa, además de tres años de inhabilitación, la condena de maltrato de obra y 60 euros de multa.

Al también oficial C. V. P, se le condena por el mismo delito en su modalidad pasiva a un año de prisión y tres de inhabilitación. Los agentes S.L.G. F y J. M. G también fueron inhabilitados tres años.

En la actualidad ninguno de los policías afectados desempeña su cargo como tal dentro del cuerpo. Uno de ellos fue contratado en Pollença, de cuyo cuerpo también ha sido expulsado, otro tenía medidas cautelares y los dos últimos estaban apartados de su puesto operativo.