La empresa que quedó puntuada en segunda posición en el concurso para explotar el conocido bar Nassau, ubicado en primera línea marítima del Portitxol, en Palma, pretende que se realice una nueva valoración de las ofertas, porque entiende que la decisión que se adoptó es ilegal. Por ello, a través del letrado José Ramón Orta, la empresa Portitxol Beach Club, una de las nueve que se presentó a dicha oferta pública convocada por la Autoritat Portuària de Balears, ha presentado un recurso de reposición ante la misma administración, para que se realice una nueva puntuación de los proyectos presentados. En el caso de que dicho recurso sea denegado, la sociedad no descarta presentar una demanda administrativa.
La explotación de este espacio público de la barriada del Molinar fue aprobada, a través de un acuerdo adoptado por el Consejo de Administración de la Autoritat Portuària, el pasado día 29 de junio. El proyecto elegido por los técnicos fue el que presentó la empresa Maportsunbeach Mallorca. Esta concesión le permite explotar esta instalación ubicada sobre la playa, a cambio de un canon económico que cobrará la administración portuaria. Sin embargo, no fue esta empresa la que presentó la mejor oferta económica. Lo hizo la que ahora ha decidido recurrir la decisión de la administración. Ofreció 200.000 euros más que el resto de sus competidores.
Pero el aspecto económico no ha sido el único parámetro que valoraron los técnicos contratados por la Autoritat Portuària para elegir a la empresa más ventajosa. Se han tenido en cuenta otros aspectos de dichas ofertas. La empresa Portitxol Beach Club se queja de la falta de motivación de las puntuaciones sobre los diferentes aspectos que se han valorado.
La comisión de estudio entendió que la oferta de la empresa que ha presentado este recurso no encajaba de todo en el objeto del concurso. Entendieron los técnicos que se pretendía cambiar el modelo de negocio que salía a concurso, por cuanto a la Autoritat Portuària lo que le interesaba era que se explotara un servicio de bar y restaurante, mientras que este proyecto se asemejaba más a lo que se identifica como un beach club. El letrado rechaza esta acusación pero, sobre todo, denuncia que los técnicos han dejado de valorar muchos de los puntos básicos de los proyectos. Además, sostiene que tampoco se realiza una valoración sobre la calidad de lo ofertado, como puede ser el equipamiento o el tipo de material que se utiliza.
Otro de los aspectos sobre los que más se cuestiona el trabajo de los técnicos es la valoración que se hizo de la memoria económica financiera. El informe se señala que la oferta presentada por la empresa que quedó en segunda posición presentaba una mayor estimación de ingresos que los otros ofertantes y superior a los ingresos que se ha venido obteniendo por anteriores concesionarios. Además, señalaba que se computaba entradas de dinero que precisaba de autorización expresa. Sin embargo, el recurrente no está conforme con esta valoración y sostiene que si se prevén mayores ingresos, se debe a que también se ofrece una mayor prestación de servicios. Además, denuncia que no se ha tenido en cuenta la capacidad económica que muestra esta empresa.
Por todo ello, se pide una nueva valoración de las ofertas.
