En el centro de Palma ayer apenas se notaban los cambios. Y eso que los hubo en muchos lugares. La ampliación de las nuevas zonas Acire se puso en marcha ayer sin sobresaltos, así como la zona de aparcamiento restringido (ZAR) que va de la plaza de la Reina hasta sa Gerreria.

A primera hora de la mañana se destaparon las señales que limitan la circulación y el aparcamiento. Durante las primeras semanas el Ayuntamiento realizará una campaña informativa para avisar a los conductores que hayan aparcado incorrectamente. De ello se encargarán los controladores de la ORA que patrullan por las zonas afectadas por los cambios de movilidad (los barrios de Sant Nicolau y el Sindicat).

Por la mañana ya se pudieron ver varios coches en la calle del Conquistador -donde ahora solo pueden aparcar los vecinos- con las notas de aviso en el parabrisas. Al igual que sucediera con la prohibición de giro por la avenida de Antoni Maura, los coches de alquiler fueron los más incumplidores y los que recibieron más avisos.

Una de las afectadas fue Antònia Grimalt, palmesana de nacimiento pero residente en Llucmajor, quien se quejaba de las restricciones al coche privado. "Creo que estos del Ayuntamiento se están pasando", afirmaba mientras esperaba en el coche aparcado incorrectamente. En cambio, Mercedes Pizà, que trabaja en el centro, asegura que entiende la medida y que "se tendría que haber hecho mucho antes".

En Conquistador, además de las señales naranjas de la zona ZAR, también se estrenaron unos nuevos discos que limitan la velocidad máxima a 20 kilómetros por hora. La otra novedad es que en las plaza de Cort y de la Quartera, así como en las calles de la Galera, Corderia, Esparteria y Travessa d'en Ballester, siempre tendrán preferencia los peatones en detrimento de los vehículos.

Mientras entraron en funcionamiento estos primeros cambios, el área de Movilidad ultimaba ayer la señalización en la calle de Ramon Llull (que desde ayer es de sentido único y tiene una franja más amplia para los peatones) y la plaza de Sant Francesc. Desde ayer es más fácil acceder hasta el colegio y las vistas a la basílica han quedado un poco más despejadas. Varias jardineras de color gris impedirán que los coches aparquen justo delante del templo.

Los dos policías que vigilaron ayer Sant Francesc no pararon de resolver dudas a la ciudadanía sobre los cambios en la circulación. Y también no cesaron en señalar a los conductores que intentaban ir por Ramon Llull en dirección contraria.

Para completar la nueva tanda de cambios para mejorar la movilidad en el centro de Palma, quedan dos medidas pendientes. Una es la puesta en marcha del nuevo Acire de la Missió. Aunque estaba prevista para ayer, se retrasa para mediados o finales de septiembre.

La otra iniciativa pendiente es la entrada en funcionamiento de las cámaras de vigilancia para las Acire de Constitució, la ampliación de Santa Eulàlia y el del barrio de la Missió prevista para el 15 de octubre.