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Palma a Palma

Librerías perdidas

Librerías perdidas

Así como dedicamos un día al libro, también sería justo acordarnos alguna vez de las librerías que han desaparecido. Estos establecimientos son algo así como pequeños templos de sabiduría. Reductos de la letra impresa y la historia literaria. Defensores de tradiciones que, en otros campos, muchas veces han caído en el olvido.

Nadie puede mostrar indiferencia frente a las librerías que frecuenta. Allí has encontrado obras que tal vez cambiaron tu vida. Has pasado mucho tiempo mirando solapas y contracubiertas. Te has empapado del silencio siempre un poco aterciopelado que las preside, y de ese olor profundo a papel y tinta seca.

Por fortuna, puedes seguir frecuentando muchas de tus librerías habituales. Pero otras se han perdido con los años. Y cuando una librería cierra, se corre el telón para siempre. Ya nadie la recordará más. Ni una placa, ni un testimonio. Nada. El único monumento estará enclavado en el paisaje brumoso de tu memoria.

Si miras hacia atrás y comienzas a desgranar la lista de esas librerías perdidas, te sorprende el olvido que ha caído sobre ellas. ¿Quién recuerda por ejemplo la librería Tous, tan céntrica y tan frecuentada? ¿O la librería Es Cantó, en la plaza Santa Eulàlia, que fue un auténtico centro de peregrinaje para un tipo de libro digamos progre? ¿Y qué decir de Libros Ereso, situada en Pelaires y con un escaparate de los más admirados de Palma? ¿O de la caótica Logos, en un rincón casi secreto, donde su librero taumatúrgico era el único capaz de encontrar algo? ¿O de la curiosa Skorpus, adornada al gusto romano y que duró muy poco tiempo?

Mucho más recientemente, otros locales clásicos que parecían eternos han pasado a mejor vida. Llibres Mallorca y Llibres Fiol constituyen dos buenos ejemplos.

Librerías que fueron puntos de referencia para generaciones enteras. Que jugaron su papel y contribuyeron a la cultura de nuestra ciudad.

Aunque ésta se haya mostrado después ingrata. Y no quede de ellas ni el recuerdo.

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