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Cartas perdidas

Cartas perdidas

Los que hemos vivido en diferentes casas tenemos una percepción propia. A veces, envidiamos a quienes no se han movido del mismo lugar durante toda la vida. Otras, creemos que tanta mudanza nos proporciona una visión distinta de la existencia.

Hay momentos de alta poesía. Como por ejemplo, cuando pasas por delante de una de tus ex-casas y encuentras la puerta abierta. Entras. Reconoces el olor de la portería, los ruidos de la escalera. Te asombras por algún cambio en la pintura o la decoración. Y te vuelves con añoranza hacia el que fuera tu buzón.

Tal vez entonces, encuentras en el suelo o en esa parte donde se amontonan las cartas no identificadas, un sobre dirigido a ti. Ver tu nombre en aquel escenario familiar te resulta emocionante. Por unos segundos, el paracaidismo de los sueños te transporta a otra época, otros tiempos. Cuando entrabas tranquilamente con tu llave, y abrías el buzón.

Tomas esa carta perdida, y te preguntas quién eres tú. Si ese personaje intrusivo que ahora curiosea por casa ajena, o aquel otro que vivió allí y era un vecino más. Es como un mensaje que viene del pasado. Te hace imaginar que trae noticias de un mundo que ya ha desaparecido. Incluso de un "yo" que ya no está. Que ha cambiado con el tiempo. Que sólo se conserva en la fantasmagoría de ese buzón.

¿Te escribe alguien desde el pasado? ¿Sabe que realmente has cambiado y eres otra persona? ¿O conserva el recuerdo de otro tiempo y te da noticia de lo que fuiste? Si la abrieras, volverías por unos segundos al tiempo en que pasabas cada día por esa portería y revisabas el buzón.

Te sientes en un estadio flotante entre tiempos. Imaginas que el pasado vuelve por unos segundos. Es un sentimiento muy embriagador, que te incita a seguir subiendo. A llegar hasta el que fuera tu piso. Tocar la puerta. Esperar que seas tú mismo quien te abra...

Hasta que entra un vecino y te corta súbitamente el rollo. Te sientes un intruso indeseado, y sales disimuladamente para que no te confundan con un ladrón. Sabes que volverás otro día.

Buscando las cartas perdidas.

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