Emaya ha detectado prácticas ilegales a raíz de la implantación del nuevo sistema de recogida de trastos, ya que los operarios se están encontrando numerosos residuos no domésticos y restos de obra de reformas junto a los contenedores de basura para que sean retirados. La empresa municipal está investigando si hay pequeñas constructoras que se dedican a diseminar dichos residuos junto a los depósitos de basura y reciclaje de Palma, un hecho totalmente prohibido y sancionable, debido a que estas empresas tienen que contratar los servicios de la concesionaria especializada en el tratamiento de los residuos de construcción, Mac Insular.
En caso de que un particular quiera deshacerse de un resto de obra, tampoco puede utilizar el nuevo sistema de recogida de enseres domésticos de Emaya, sino que tiene que llevarlo a uno de los dos 'puntos verdes' que hay en la ciudad, situados en Son Castelló y en Sant Jordi. Desde la empresa municipal recuerdan que los electrodomésticos son otros residuos que no recogen, porque "la normativa impide mezclar este tipo de voluminosos con muebles y demás enseres", tal como indican.
Por este motivo, los operarios de la recogida de trastos colocan una pegatina de color naranja en las lavadoras, hornos, neveras, etc. que encuentran durante su ruta para indicar que no pueden llevárselos y 36 horas después pasa otro camión específico para ello, según afirman en Emaya. Además, destacan que "cuando un particular compra un nuevo electrodoméstico, en el precio está pagando un porcentaje para que la empresa se encargue de llevarse el viejo, por lo que si no lo hace se debe reclamar".
Por lo tanto, el nuevo sistema -que se inició el 1 de diciembre- se centra en muebles, somieres, colchones, puertas, persianas, maderas, bicicletas, coches de bebé, juguetes no electrónicos y cristales gruesos. Durante los primeros 15 días de implantación en las diferentes barriadas de Ciutat, se retiraron 215 toneladas de trastos, de las que 165 fueron recogidas el día que correspondía a cada barrio y las 50 toneladas restantes se retiraron mediante un servicio de refuerzo en las zonas con mayor incivismo. La empresa municipal solicita a la ciudadanía que cumpla con el día asignado a su barrio para evitar la degradación del entorno.
El grupo municipal del PP está en contra del nuevo sistema de recogida y reclama al equipo de gobierno del Pacto "que asuma la realidad y acepte que el modelo instaurado no ha conseguido sus objetivos", por lo que les insta a "recuperar la antigua fórmula de entrega de enseres en casa".
Problemas en fiestas
Los conservadores denuncian además que durante las fiestas, "los problemas de Palma no se han marchado de vacaciones y el de la limpieza es uno de los más acuciantes". Como critican en un comunicado de prensa, Emaya "apenas ha incrementado el número de efectivos de limpieza y la consecuencia directa es que Ciutat presenta un aspecto sucio y descuidado que se agrava cada día que pasa". Según el grupo en la oposición en Cort, "la lógica y el sentido común dictan que es imperiosamente necesario disponer de operarios suficientes para reforzar un servicio cuando la actividad aumenta".
La empresa municipal rebate con cifras las acusaciones del PP y señala que el día de Navidad y el de Año Nuevo se recogieron casi cinco veces más basura de los contenedores que esos mismos dos días de 2014. En concreto, el pasado 25 de diciembre de 2015 por la mañana, los operarios de Emaya "retiraron 111 toneladas de residuos frente a las 17 del año anterior, debido a que salieron más camiones a trabajar", según fuentes municipales. Lo mismo ocurrió este 1 de enero, cuando "se recogieron 110 toneladas de basura frente a las 30" del primer día del año pasado, porque "se intensificaron los refuerzos". La suma de ambas jornadas festivas da 47 toneladas en 2014 frente a 221 esta Navidad, es decir, casi cinco veces más. La jornada de Reyes que se celebra mañana también contará con un servicio especial de recogida.
