La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) cambiará el sistema actual de recogida de trastos y muebles viejos por ser "poco eficiente e incómodo" para los vecinos, según explicó la presidenta de la empresa, Neus Truyols.

El nuevo sistema, que se pondrá en funcionamiento a partir del próximo día 1 de diciembre, implanta la recogida de muebles viejos y trastos una vez a la semana barriada a barriada. De esta forma, cada barrio de la ciudad dispondrá de un día asignado y los vecinos podrán depositar los trastos en la vía pública entre las ocho de la tarde y las diez y media de la noche.

A partir de esta hora y hasta las seis de la madrugada las brigadas de Emaya que realicen este servicio procederán a retirar los voluminosos depositados en la vía pública. A los incumplidores se les podrá imponer multas de entre 300 y 900 euros, como ahora.

La recogida domiciliaria se mantendrá solo para las personas que acrediten documentalmente algún tipo de impedimento o limitación física que les impida sacar los trastos por su cuenta a la calle en el día señalado.

El sistema actual, consistente en la recogida domiciliaria con cita previa, se ha mostrado ineficiente e incómodo para los ciudadanos, según la presidenta de la empresa. Prueba de ello es que con este sistema puerta a puerta se recogen solo un 35 por ciento de voluminosos (unas 1.500 toneladas anuales), mientras que los ciudadanos depositan en la calle el 65 por ciento de trastos restante (unas 3.500 toneladas anuales).

El servicio actual también es rígido e incómodo, según los responsables de Emaya, puesto que requiere un contacto previo con la empresa y la presencia física en el domicilio en una determinada franja horaria.

Con el nuevo sistema se pretende fomentar la reutilización, además de transmitir al ciudadano un mensaje de que no se deben tirar objetos que puedan tener un segundo uso. En este sentido, Truyol, indicó que la prioridad debe ser la reutilización y por ello, "se debe potenciar la donación a organizaciones no gubernamentales y los canales tradicionales del intercambio entre familiares, amigos, parroquias y mercados de segunda mano, con el fin de que otras personas puedan aprovechar lo que otros necesitan".

Truyol recuerda asimismo que incluso existen los servicios gratuitos de recogida a domicilio que realizan, por ejemplo, la Fundació Deixalles, y otras ONGs como la Fundación Nazaret o sa Casa Llarga.

También se pretende proporcionar un servicio más cómodo a los ciudadanos y ponérselo más fácil para que se puedan deshacer de los trastos de forma más sencilla. Otro de los objetivos del nuevo sistema consiste en evitar la acumulación de voluminosos en las calles de la ciudad y en lugares y horas no adecuadas, además de mejorar la imagen de las calles, espacios públicos y el destinado a los contenedores, que no debe asociarse a un punto de vertido de residuos. Asimismo, según la presidenta, se pretende "optimizar los recursos disponibles, implantando un sistema más eficiente y productivo que, a medio plazo, suponga un ahorro y permita destinar recursos humanos, materiales y económicos a otros servicios para contribuir a la limpieza de la ciudad y a la mejora de la recogida de residuos".