Magdalena Camps fue una de las trabajadoras damnificadas por el concurso de acreedores de la compañía Orizonia. La historia de la industria turística en Mallorca tiene muchas páginas manchadas de lágrimas, no diremos de sangre para no caer en el apocalipsis, que estamos aún exultantes con los resultados de la reciente temporada turística en la isla, camareras de pisos explotadas, aparte.
Antes de quedarse en la calle, Magdalena tenía problemas de salud. Como no le bastaba lo que los médicos le decían, los consejos que siempre la llevaban a hacerse colonoscopias, empezó a averiguar por su cuenta temas relacionados con la nutrición. De lo aprendido, ahora vive.
"Al perder mi trabajo tres años atrás, tuve que plantearme qué hacer y fue cuando pensé que por qué no revertir todo lo que he ido aprendiendo estos años. No soy nutricionista pero me he formado en distintos cursos de cocina, talleres de dietética, y sigo haciéndolo. Le di muchas vueltas y decidí abrir este negocio, pero ¡no soy ninguna gurú!", advierte con humildad.
Cuando Magdalena se tinta de verde es Orgànic Maggie, que así ha bautizado a este local de alimentación ecológica, situado en la calle 31 de Desembre. Apenas dos meses abierto, y pese a un arranque con fecha delicada, verano, contempla con satisfacción cómo los vecinos le han dado la bienvenida al barrio y algunos de ellos repiten.
Ella aplica su experiencia satisfactoria, "me encuentro mejor", con lo que denomina "alimentación consciente". No se inclina por un único tipo, vegana, macrobiótica, o paleodieta. "Creo que cada persona sabe lo que puede irle bien, no hay ciencia; por eso procuro tener de todo para todos sin encasillarme", señala.
El local transmite calidez, el verde provenzal de estanterías cuadra con frutas y verduras ecológicas en un pequeño puesto que parece de mercado, o con el resto de productos entre los que no faltan los llamados de proximidad, es decir, los locales. También hay una sección de cosmética natural.
Donde se dibujaron planos y se elevaron pisos, en el anterior despacho de arquitectos, hoy se ha instalado una esquina verde, la de Maggie. Una reforma que ha suprimido algunos tabiques, ha abierto vanos, y ha forrado paredes de madera de pino, han conseguido el efecto deseado: "Le quería dar un aire rústico y cálido". El suelo hidráulico original tiene peso específico.
Si de algo se lamenta Magdalena es de "la poca ayuda para las personas que quieren montar una pequeña empresa; se llenan la boca en las noticias diciendo esto y lo otro pero la realidad es que no hacen más que ponerte trabas". Como otros tantos pequeños comerciantes, critica duramente el sistema español de autónomos: "Estamos en desventaja frente a Europa. Es una aberración".
