El religioso Manuel Haro Martínez se despidió ayer por la tarde de la comunidad religiosa del barrio de Son Cotoner con una sentida misa de homenaje. El responsable de la parroquia del Beat Ramon Llull -conocido popularmente como padre Manuel- ha estado al frente del templo durante más de 47 años.

El rector, que también se encargaba de dar servicio religioso al colegio Santa Magdalena Sofía, pronunció ayer los últimos tres sermones y ahora pasa a estar jubilado. El oficio de la tarde fue muy concurrido, tanto por los habituales de la comunidad parroquial como por vecinos que no quisieron perderse el adiós del cura. Tras la misa especial se celebró un pequeño aperitivo en el pabellón anexo a modo de despedida, que organizaron los propios feligreses.

Los fieles recuerdan que el padre Manuel se ganó el afecto de mucha gente de la ciudad gracias a su sentido inclusivo de la iglesia. Por ejemplo, era habitual que en los años 80 bautizara a los hijos de padres divorciados, algo que rechazaban muchos otros religiosos de la época. Gracias a su buen hacer, el rector Haro recibió en 2010 el homenaje del Consell de Mallorca por su destacada labor social en la barriada palmesana.