La concejala de Servicios Sociales, Ana Ferriol, ha decidido implicarse más directamente en el funcionamiento de los centros municipales de su área y se hará cargo de la supervisión del día a día. La decisión se produce tras la dimisión por motivos personales de la directora técnica y de la decisión de no cubrir la plaza de jefe de servicio.

Ambos cargos eran de libre designación. Su desaparición supondrá un ahorro anual de 60.000 euros, que se destinaran a la cobertura de bajas de larga duración. Con ello se pretende rebajar la media de casos atendidos mensualmente por cada funcionario de los 53 actuales a 40, cifra que se considera óptima.