El equipo de gobierno del PP de Palma quiere reducir el número de organismos municipales durante la presente legislatura, con la justificación de evitar estructuras duplicadas. Uno de los próximos afectados podría ser el Instituto Municipal de Innovación (IMI), del que depende todo el servicio y mantenimiento informáticos del ayuntamiento palmesano.

El teniente de alcalde de

, Julio Martínez (PP), confirmó ayer que la disolución del IMI es una opción que están barajando, aunque todavía no hay ninguna solución definitiva. "Está muy verde", afirmó en todo momento el regidor. No obstante, según ha podido saber este diario, Martínez ha solicitado la opinión de otras regidurías afectadas y ha solicitado información a la concejalía de Recursos Humanos, que dirige Irene San Gil, sobre qué pasaría con el personal adscrito al IMI cuando se desintegre el organismo.

Este ente lo integran casi un centenar de trabajadores, la gran mayoría de los cuales son personal laboral fijo. Según fuentes municipales, los planes del equipo de gobierno popular no incluyen despidos, sino que los trabajadores pasen del organismo autónomo a la plantilla del ayuntamiento. Los representantes sindicales del IMI ya han sido informados de esta situación. De cara al futuro, una opción es que se cree un nuevo macrodepartamento de Innovación que acoja a todos los empleados. Otra alternativa es que se repartan en las diferentes áreas de gobierno que ya existen.

El concejal Martínez se ha mostrado predispuesto a este segundo planteamiento en alguna ocasión, de forma que los trabajadores del IMI relacionados con las inspecciones catastrales pasarían a su regiduría, los que desarrollan los temas de cartografían formarían parte del departamento de Urbanismo y los empleados que trabajan en los sistemas informáticos -la mayor parte del IMI- servirían a un nuevo departamento.

Replantear el modelo

Además del IMI, una empresa privada se ha ocupado durante la última década de los sistemas informáticos, los programas internos del ayuntamiento y el mantenimiento de los ordenadores. La compañía, T-Systems, ha ocasionado numerosos quebraderos de cabeza a Cort, porque muchas veces ha tenido un poder absoluto sobre los sistemas informáticos municipales. El ayuntamiento abona 500.000 euros mensuales a la empresa por un servicio, que en ocasiones ha sido deficiente.

En octubre del año que viene finaliza el contrato con esa compañía, lo que obligará a replantear el modelo, en el que los empleados del IMI podrán tener una mayor participación, o bien se podrá decidir volver a privatizar o externalizar este servicio.

Una de las posibilidades es que el contrato de la informática municipal se divida en diferentes pequeños concursos, de forma que una misma empresa no acumule un poder absoluto sobre los equipamientos tecnológicos de Cort, vista la mala experiencia de la última década.

El edil Martínez destacó ayer la importancia del departamento informático municipal, ya que sirve para luchar contra el estancamiento tecnológico y ayudar a implantar la administración electrónica.