La portavoz del grupo municipal socialista, Aina Calvo, criticó ayer los dos años de gestión de Mateo Isern al frente del equipo de gobierno del ayuntamiento de Palma y aseguró que "solo acierta cuando rectifica", en relación a la marcha atrás que se ha dado teniendo en cuenta el planteamiento inicial del PP en cuestiones como la peatonalización de Blanquerna, el Lluís Sitjar, las viviendas de Corea, la fachada marítima de Llevant o el programa Èxit, que se mantuvo en nueve barrios en lugar de erradicarlo totalmente".

La exalcaldesa aseguró además que "Palma necesita alguna cosa más que un alcalde de sonrisa congelada como la de Isern para salir de la crisis" que, además, en los dos años de mandato solo ha conseguido "infectar la ciudad del virus del déficit cero que impregna toda su gestión municipal de la mano de la ultraderecha europea".

Además, estos dos años se han caracterizado, a juicio de Calvo, por la "traición del alcalde a los ciudadanos por el incumplimiento del programa electoral: aumento de impuestos e incapacidad de generar puestos de trabajo". Asimismo, esta traición a los ciudadanos se ha traducido en el incremento de los impuestos municipales y el empeoramiento de los servicios". Cuestiones que, a juicio de Calvo, han quedado bien reflejadas en dos cuestiones: "El desmantelamiento del servicio de transporte público y la incapacidad de poner en funcionamiento la tarjeta básica de alimentos", una iniciativa anunciada hace más de un año y que no se ha ejecutado.

Ante todo lo anterior, la portavoz socialista lamentó haber constatado que "detrás de la sonrisa congelada del alcalde y sus buenas maneras no hay nada más: ni planificación, ni modelo de ciudad ni ninguna esperanza de futuro", solo la confianza depositada en el principio mallorquín de "Qui dia passa, any empeny".

La exalcaldesa manifestó su preocupación "ante una ciudad desnortada, con la acción de gobierno paralizada por una estrategia agotada: la de la herencia recibida".

También se manifestó crítica ante "la renuncia expresa del alcalde a defender los intereses de los ciudadanos ante otras instituciones como el Govern", una renuncia que hizo extensiva a la defensa de las inversiones que pueden generar ocupación, como el desarrollo del proyecto de rehabilitación integral de la Platja de Palma.