El huerto urbano reivindicativo que el colectivo Toma la Ciudad inauguró a mediados de enero en un solar abandonado de la calle Joaquim Maria Bover, cerca del Parc de Ses Estacions, se ha convertido en un espacio lleno de escombros, muebles viejos y tablones con clavos punzantes peligrosos para los viandantes. La sensación de abandono preocupa a los vecinos.