Los dos molinos de es Jonquet que están abandonados a pesar de su protección como Bien de Interés Cultural (BIC) han sido tapiados por el Ayuntamiento debido a que sus propietarios no han hecho nada en años para evitar los problemas que causan, pese a las advertencias recibidas. La concejalía de Urbanismo de Cort ha actuado por motivos de seguridad y, cuando finalicen las obras, pasará la factura de los gastos a los responsables, según especificaron desde la gerencia de Urbanismo.

Los trabajos para evitar más peligros terminarán a finales de este mes o principios de junio, y consisten básicamente en tapiar las entradas, retirar los elementos con riesgo de desprendimiento y sacar todos los escombros que había en el interior de ambas edificaciones, conocidas como los molinos de sa Garrigueta y de´n Celos.

Allí vivían tres o cuatro okupas, aunque se marcharon de forma voluntaria cuando el consistorio les informó de que debían tapiar el recinto protegido.

Su declaración como Bien de Interés Cultural permite que el Consell de Mallorca obligue a los propietarios a mantenerlo en buen estado. Sin embargo, los vecinos de es Jonquet llevan años denunciando la degradación que sufren los molinos sin que nadie haya hecho nada hasta ahora. En enero de este año Urbanismo ordenó ejecutar el cierre, pero ante la pasividad de la propiedad, Cort lo está efectuando de forma subsidiaria.