El ayuntamiento de Palma prohibirá el botellón y la concentración de personas en la vía pública, que alteren gravemente la convivencia ciudadana de manera reiterada, en la zona del paseo marítimo en la que hay más bares y discotecas, es decir, la que se encuentra en el tramo entre el muelle de las golondrinas y la zona del puente, en aplicación de la nueva ordenanza que regula la convivencia en los espacios públicos, que fue aprobada el pasado mes de marzo.

La comisión de seguimiento de esta normativa, formada por las áreas municipales de Juventud, Bienestar Social, Salud y Seguridad Ciudadana, los partidos políticos, entidades ciudadanas y vecinales, el Consell de Juventud y la Federación de Hoteleros, se reunió ayer por primera vez y decidió que se elabore un informe policial sobre la situación en el Paseo Marítimo, que se presentará a la junta de gobierno del próximo miércoles o a la de la semana siguiente para su aprobación como Zona de Intervención Especial de este tramo de la vía.

En la práctica significa que quedará prohibido el consumo de alcohol en la calle de las diez de la noche a las ocho de la mañana del día siguiente y la Policía Local podrá disolver las concentraciones de personas en este tramo de vía pública. El concejal de Seguridad Ciudadana, Antoni Donaire, afirmó ayer que la práctica del botellón ha bajado un 50 por ciento desde que la policía ha acudido al Marítimo a informar sobre esta nueva ordenanza. El consistorio calcula que en el plazo de dos semanas se pondrá en marcha esta prohibición, lo que supondrá la colocación de una señalización específica indicando la restricción. La asociación de Industriales y Comerciantes del Paseo Marítimo solicitó en la reunión de ayer que se declare zona de intervención especial todo el paseo, desde el Moll Vell hasta Portopí, y no sólo un tramo, porque consideran que así se aplicarían los artículos 10 y 11 de la nueva ordenanza de convivencia, que establecen la prohibición del botellón y las masificaciones que se produzcan de forma constante.

Ruta Martiana

La concejala de Igualdad, Derechos Cívicos y Educación, Cristina Ferrer, recordó ayer que la ordenanza de la convivencia es de aplicación en toda la ciudad y no solo en el paseo marítimo, aunque esta zona tiene unos rasgos especiales por la elevada concentración de personas y el botellón que allí se celebra. Ferrer aseguró que han redactado un convenio con la Autoridad Portuaria para que la Policía Portuaria, Nacional y Local se coordinen y controlen las aglomeraciones y el consumo de alcohol en la calle.

Otra de las decisiones que adoptó ayer la comisión de seguimiento es que a partir de hoy empiece a recogerse información sobre la situación en las calles de sa Gerreria, que conforman la denominada Ruta Martiana, que se celebra cada martes. Se trataría de trabajar conjuntamente las diferentes áreas municipales para elaborar informes, que servirían de base para tomar una decisión sobre las medidas que deberían adoptarse en esta zona, entre ellas podría incluirse su declaración como zona de intervención especial. El portavoz de la asociación de vecinos de Canamunt, Ferran Tarongí, pidió que se aplique la ordenanza impidiendo las concentraciones de personas en la ruta.