Como contrapunto a los enormes cruceros que visitan nuestro puerto regularmente, el pasado domingo el Omega, un pequeño buque de bandera griega cuya capacidad es de sólo 32 pasajeros, hizo escala en el Port de Palma.

El barco llegó procedente de la bahía de Alcúdia, donde había estado todo el día anterior fondeado cerca de la isla de Alcanada, y su escala tenía como objetivo desembarcar en Palma a los 26 pasajeros que estos últimos días habían disfrutado de un crucero por las islas de Eivissa y Mallorca. Es su primera visita a la isla.

El Omega es un gran yate, y aunque no tiene el tamaño de los grandes cruceros que este verano han recalado en la bahía, no está exento de lujo. Dispone de 16 camarotes, dos salones y un comedor y cuenta con piscinas interior y exterior, salón de masaje y de belleza, un gimnasio, así como todo tipo de material para los deportes náuticos.