Se sienten perseguidos y sorprendidos. No entienden la actitud del Ayuntamiento de Palma y ven contradicciones en la política municipal. El sector circense cree que es "una afrenta" que veten sus espectáculos siempre que participen animales salvajes.

"Hablan de animales salvajes, pero no todos los animales del circo son salvajes", comenta Eduardo Raluy, director del Circo Williams. Él es el representante en Balears de la Asociación de Circos de España y abandera la oposición a la nueva regla municipal. "El elefante indio lo consideran salvaje y no lo es. Trabajan y conviven con las personas. Lo mismo pasa con el camello o el dromedario", argumenta Raluy, quien denuncia la falta de coherencia del Consistorio.

"Los caballos de las calesas tienen que aguantar todo el día a pleno sol, ¿por qué no las prohíben? Y también hay otra contradicción con las corridas de toros, ¿por qué no actúan contra ellas? Me sorprende", opina el artista circense. Dice que el Ayuntamiento permite esas actividades "porque son un negocio", pero en realidad "no les preocupan los animales". "Y lo mismo pasa en un acuario, en el que habitan peces acostumbrados a la inmensidad del océano", añade Raluy.

Carmen Rojas, portavoz de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Mallorca, se opone a Raluy de forma tajante. "Que usen a animales para divertir a la gente haciendo estupideces en nuestra época es obsoleto", afirmó. Rojas se declara "contenta" por estos "avances costosos" en los derechos de la fauna, pero pide más. En su opinión, "tendrían que abolir las corridas de toros y todos los espectáculos con animales".

La portavoz de la entidad animalista es contraria a estos eventos porque, según ella, los animales viven "en instalaciones precarias, inhumanas e insalubres" y, además, "son fieras peligrosas que están cerca de núcleos urbanos", por lo que también hay un problema de "inseguridad".

Raluy desmiente las palabras de Rojas y explica que en su circo tratan "con cariño" a todas las bestias. "Yo paso controles permanentes e inspecciones del Seprona y nunca me han dicho nada. Si me prohibieran trabajar en España, no llevaré a mis animales al zoo. Son míos y los cuidaré yo, aunque tengan que dormir en mi cama", afirmó el responsable del Circo Williams.

Raluy protesta porque nadie del Ayuntamiento se puso en contacto con el sector para preguntarles su opinión. Y su punto de vista es que la prohibición es absurda y que, si hay circos que maltratan animales, "son una minoría". Raluy lo ejemplifica con la siguiente comparación: "Hay maridos que pegan a las mujeres, pero no todos los maridos lo hacen. ¿Vamos a separar a todos los maridos de todas sus mujeres para que no les maltraten?". Por último, el jefe del Williams piensa que este veto supone un retroceso. "Hace años algunos países, como el Reino Unido o los Países Bajos, prohibieron los animales en el circo. Ahora los han vuelto a legalizar, porque había demasiados en los zoos y tenían que matarlos. Parece que en España vamos al revés del mundo", sentenció.

El nuevo circo, indeciso

El Circ Bover y el Circo sin Fronteras no utilizan fiera alguna en sus representaciones. David Peralta, director del Circo sin Fronteras declara que la regulación de Palma "se ha quedado a medias" y, por ello, "es vergonzosa". Dice que "no se necesitan los animales para actuar" y que también "han de prohibirse los toros". "Los circos con animales son anticuados, pero al menos en mitad de la función no sacan un cuchillo o una espada y los matan. En las corridas, sí", comentó Peralta.

En cambio, Tià Jordà, del Circ Bover, se manifestó con prudencia. Bajo su punto de vista, "la ley ha de potencia el control sobre los animales" y respeta esos espectáculos "siempre que los cuiden bien". Él explica que "los animales no tienen cabida" en sus funciones, porque siguen "la filosofía del circo contemporáneo". Una iniciativa que apoya Carmen Rojas: "Los empresarios del circo han de renovarse. No tiene sentido que les tengan en cautividad para cinco minutos que participan". "No es educativo para los niños. Es mejor que vayan a una reserva natural o a un zoo, que ver elefantes con tutú", apunta la portavoz animalista. Raluy discrepa de nuevo con ella y piensa que "este es un tema de políticos que no saben ni qué hacer ni qué decir". "Que se preocupen de los dramas sociales", concluye.

EDUARDO RALUY

Circo Williams

"El Ayuntamiento no prohíbe las calesas de caballos o los toros porque son un negocio. En realidad no les preocupan los animales"

CARMEN ROJAS

Sociedad Protectora de Animales

"Viven en instalaciones precarias, inhumanas e insalubres. Son fieras peligrosas que están cerca de núcleos urbanos. Es inseguro"