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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Tomeu Ferragut, un tipo duro

El entrenador de baloncesto Tomeu Ferragut ha muerto el mismo día en que le defraudaba su alumno Biel Barceló. Si te atreves a desplegar en un año de tu vida la intensidad que concentró en cada minuto de su existencia, el infarto está garantizado. Lo tuve en contra en el banquillo rival, y te ponías enfermo una semana antes de enfrentarte al San José Obrero que era su única religión. Lo volví a tener en contra cuando fue mi técnico, porque en ninguna faceta de mi vida he sufrido una presión semejante. No le cuadraban las estupideces del poner en valor y empoderar. Te exigía dejarte la piel, y quería ver las tiras sobre el asfalto de las primitivas pistas de su colegio. Y te entregabas, porque era Tomeu con su desmedida convicción.

Mallorca tiene una deuda impagable con Ferragut y su gran aliado, el padre Sebastià Arrom. Cambiaron la perspectiva de la isla desde las barriadas más duras, con la excusa de que solo pensaban en el baloncesto. Al entrenador fallecido le cabía el corazón entero en la cabeza, te llevaba al límite, hubiera afrontado una guerra él solo, nunca aceptaba una derrota. Si perdía el partido, no conocía la decepción, solo la desesperación. Y si ganabas con holgura, te obligaba a correr varios kilómetros porque el partido no te había exigido lo suficiente.

Le queríamos porque era un tipo duro, que no toleraba sandeces romanticonas y hoy las rechazaría con igual fuerza. Su dedicación es inmortal, me doy cuenta al describirlo de que para nosotros no tenía una vida privada. Existía la redención del baloncesto y nada más, sin distracciones ni excusas. Así creó la escuela de la que salieron algunos de los mejores jugadores del mundo. Me racionó los minutos en pista, pero era imposible pelearse con él. Mejor dicho, nadie hubiera sabido distinguir un encontronazo concreto de la lucha perpetua que planteaba. En sus filas, siempre eras uno de los 300. De rival, sentías que sus tropas iban a despedazarte. Nunca estaba contento de ti, pero siempre estaba contigo. Qué se hizo, de los grandes maestros como Tomeu Ferragut.

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