Explica Enrique Dans en su blog que Ray Dalio, el fundador de Bridgewater Associates, el hedge fund más grande del mundo, que gestiona 165.000 millones de dólares, lleva tiempo trabajando en el desarrollo de una inteligencia artificial que lleve a cabo la gestión integral de la compañía, incluyendo tanto la toma de decisiones de inversión como el reclutamiento o el despido de trabajadores, o incluso las llamadas telefónicas que se hacen a los clientes en cada momento.
Se trata, en fin, de un experimento a tamaño real de la posible automatización de las compañías, cuyas decisiones empresariales ya no serían tomadas por los equipos empresariales, sino espontáneamente, según las decisiones derivadas de la aplicación de los algoritmos adecuados elaborados por la mencionada inteligencia artificial. Ello implica, según Dans, considerar a los directivos como sistemas imperfectos influenciados por factores de muy difícil o imposible control estado de ánimo, percepciones, etc. que les llevan a tomar decisiones que podrían ser mejorables, por lo que lo ideal es eliminar el "factor humano".
Por esta vía, es claro que los empleados menos dotados, tras el escrutinio del algoritmo, quedarán fuera del mercado laboral. Lo que tienen que decidir los autores del algoritmo es qué piensan hacer con los excluidos: si seguir alimentándolos pese a todo para que consuman o si prescindir de ellos definitivamente. Ya me entienden.
