Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

El Nobel que sale en '¡Hola!'

Cuidadín con quienes leemos ¡Hola!, no nos vayan a tomar por lo que no somos. Quienes leemos ¡Hola! estamos enterados de que este pasado puente la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han volado hasta Ginebra para estar con sus cuatro hijos, y de que allí, en el exilio, han mudado la faz de esfinge que lucen sentados en el banquillo del tribunal del caso Nóos. Relajados y sonrientes, felices por el reagrupamiento familiar y en ese plan. Los lectores de ¡Hola! descubrimos los primeros que la hermana del rey Felipe VI se ha pedido un permiso sin sueldo en La Caixa para comparecer ante la justicia que la reclama en persona, muy a pesar del resto de poderes del Estado. También sabemos que la reina Letizia pasea por Madrid embozada como Michael Jackson, se le debe estar haciendo tan largo como a nosotros este parto de los montes que a lo mejor no alumbra un Gobierno y encima retiene al monarca en su despacho sin poder hacer una escapada secreta en condiciones. Los fans de ¡Hola! conocemos mejor el destino de nuestros impuestos que los asiduos del BOE, pues seguimos los pasos de los escoltas del emérito rey Juan Carlos en su periplo por los restaurantes con estrella Michelin de todo el reino e incluso de las provincias de Ultramar. Los lectores de ¡Hola! tuvimos el privilegio de oír de su propia boca lo enamorado que está el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa de su nueva pareja, uno de los iconos del cotilleo nacional, gracias a la exclusiva que Isabel Preysler y él mismo concedieron a esta publicación, que desgrana puntualmente los avances del millonario divorcio en el que se halla inmerso el escritor. Por eso nos hemos quedado pasmados por la embestida de Vargas Llosa contra lo que él llama "periodismo chismográfico" ahora que está de promoción de su libro Cinco esquinas. Una diatriba, todo sea dicho, lanzada frente al retrato de la ex de Julio Iglesias en el domicilio que ella compartió con Miguel Boyer hasta su muerte y donde ahora se ha instalado el peruano. El ser humano es contradictorio, si no ¿de qué iban a hablar las novelas?

Los lectores de ¡Hola! nos mostramos mucho menos tiquismiquis que el autor de La fiesta del chivo, un convite sin Ferrero Rocher, y no nos molesta ver a grandes intelectuales en las páginas de la revista. Él ni siquiera es nuestro primer Nobel con romance crepuscular, pues vivimos casi al minuto el de Camilo José Cela con Marina Castaño. Sin embargo, sí nos irrita la gente que anda en misa y repicando, el personal que no predica con el ejemplo y la hipocresía en su conjunto. Si Vargas Llosa se hubiera ennoviado con una científica aparecería rara vez en Science o en Nature, y si compartiera su vida con una empresaria o una CEO le mencionarían de pasada en el Financial Times. Pero no es el caso. Sale con una mujer que vende su privacidad desde hace décadas a la biblia del colorín, y él se ha sumado entusiasta a lo que no deja de ser un negocio perfectamente legal. Cargar contra el amarillismo cuando lo estás alimentando a conciencia y tu futura esposa debe haber pactado ya el contrato de vuestra próxima boda resulta muy paradójico. Incomprensible casi. Tendremos que pensar en ello mientras hojeamos ¡Hola! para ver de qué va Cinco esquinas, que casualmente versa sobre erotismo, sexo y tal. Igual hasta nos lo compramos, que no todos los lectores de ¡Hola! somos como Chabeli Iglesias, quien declaró a dicha revista: "No he leído nunca a Vargas Llosa porque solo leo en inglés". Algunos nos parecemos más a Tamara Falcó, quien reveló a ¡Hola! que "Vargas Llosa es mi escritor favorito desde pequeña". Qué niñas. Imposible ser más cuqui, ¿verdad, don Mario?

Compartir el artículo

stats