Diario de Mallorca

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Llorenç Riera

Un negocio fiado al turista y a la suerte

La buena suerte, la tentación del dinero fácil fruto del mero azar y nada amiga del esfuerzo contante, se vuelve persistente. No desaprovecha oportunidad de extender sus tentáculos. Lo hace hasta el punto de convertirse en una forma de desarrollo empresarial y en un sistema de recaudación para las arcas pública. Un premio recortado o compartido a partes desiguales con el fisco, mantiene la capacidad de alegrar y beneficiar al acertante.

Balears y Andalucía son las dos únicas comunidades españolas que no tienen regulados los establecimientos de apuestas deportivas, tan en boga en otras latitudes. Por lo que respecta a las islas, se ha anunciado en distintas ocasiones la puesta en marcha de estas instalaciones. Ahora se vuelve a hacer. Se aventura que pueden empezar a estar a disposición del jugador el próximo mes de agosto y que, de entrada, procurarán captar la atención y el bolsillo del turista británico porque es el más predispuesto a ligar su inversión en azar con los resultados deportivos. En consecuencia, si todo funciona como está previsto y se logra tener listo el reglamento en el mes de mayo, los espacios de apuestas deportivas abrirán en la zona costera de Calvià, de ahí llegarán a Palma y después se expandirán por todo el archipiélago. Se presume que serán locales anexos a los actuales de salones de juego, casinos y bingos. Entre una cosa y otra, la administración de loterías del Estado, los juegos en internet y bares y ahora las apuestas deportivas, habrá oportunidad de tentar a la suerte y rascar el ahorro a cada hora. O a cada paso.

Algún día deberemos plantearnos por qué nos volvemos tan adictos a las loterías, a lo fácil, en detrimento de lo que comporta esfuerzo, compromiso social o valor cultural. Pero este es un debate específico que debe librarse lejos del martilleo de la máquina tragaperras que siempre nos distrae y atrae. Por el momento, nos quedamos con que las apuestas deportivas pueden llegar a aportar un millón de euros al año a las arcas autonómicas, que buena falta les hace. Esta es otra forma de compartir el gordo entre todos y las pedreas que significarán los cinco millones de inversión que se presumen necesarios para que los empresarios del ramo puedan adecuar sus instalaciones.

Dentro del paquete de las apuestas deportivas privadas habrá que regular, dado que estamos en Mallorca, las quinielas hípicas y más en concreto las del trote enganchado. Está previsto darles un tratamiento específico en el reglamento que está a punto de salir. Por supuesto, la Agencia Tributaria también hará las correcciones pertinentes en su normativa para obtener el 10% de la recaudación total obtenida. El hecho es que ahora, todavía más y con toda legalidad, se podrá mirar y analizar el fútbol, el tenis, el baloncesto o las carreras de caballos, compatibilizando los valores deportivos con los pecuniarios.

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