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Llorenç Riera

Sin interés ni estimulo para la formación

No lo reconocerán, dirán cosas muy distintas, pero los hechos acaban por negar veracidad a las declaraciones. Los estudiantes no merecen el interés preferente ni la atención de las administraciones. De ninguna. Ni de la estatal ni de la autonómica. En caso contrario, la complicidad y el compromiso económico con la docencia sería notablemente superior. Ya no se trata sólo de leyes cambiantes o intromisiones descaradas en la complicidad docente. Ni siquiera se aportan cuatro euros para que quien tenga interés y esfuerzo por estudiar, pero escasos recursos, pueda hacerlo.

Balears es la segunda Comunidad española que menos dinero recibe del Estado para becas escolares. También la penúltima en las aportaciones que el equivalente al Govern realiza sobre la materia. Así lo corroboran los últimos datos conocidos relativos al curso 2013-2014. No nos engañemos, en cuestiones trascendentes, la cola, las posiciones de descenso, constituyen nuestro lugar natural. A partir de ahí podremos entender muchas cosas en cuanto a deficiencias estructurales del archipiélago y déficits de cohesión social.

A día de hoy es muy posible que las partidas destinadas a sueldos de asesores políticos y cargos de confianza y agradecimiento, supere con creces las de ayudas escolares. Es otro dato clarificador. Y deprimente. Por de pronto, los estudiantes de un apartado tan imprescindible como la Formación Profesional no perciben estimulo económico del Estado. Sabemos que desde 2008, en tiempos del anterior Pacto, se ha ido retrocediendo en cuanto a la concesión de becas y ahora, con una ligera mejoría, se ha regresado a las posiciones del curso 2011-2012.

Se ha crecido un 26%, dato que suena bien en principio, pero su resonancia es hueca porque significa que el Estado sólo destina en Balears 12 euros por habitantes a becas y el Govern 70 irrisorios céntimos. Sólo Euskadi está por debajo de este archipiélago en cuanto a aportación estatal pero, en cambio, su gobierno se preocupa de corregir la situación desembolsando 34,77 euros per capita para becas escolares. Por otro lado, Castilla-La Mancha es la única comunidad que dedica menos que este archipiélago a incentivos escolares.

Las dificultades generales de financiación que afectan a Balears se están reproduciendo de forma proporcional en cuanto a las becas para todo tipo de estudios. Otro dato para corroborarlo: Extremadura percibe 47 euros por habitante bajo este concepto. Tener beca en estas islas es un privilegio cuando debería constituir un instrumento de justicia, solidaridad o de pura inversión de futuro. Hay más becas que becarios, 21.5925 para 12.123 estudiantes, lo cual significa que algunos disponen de más de una. Como indican las asociaciones de padres, el sistema debe ser revisado tanto en sus conceptos como en sus contenidos.

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