Los socialdemócratas alemanes del SPD acaban de conmemorar los cuarenta años del célebre discurso de Willy Brandt aquel 14 de octubre de 1972 que abrió una campaña electoral que ganó con el mejor de los resultados logrados por el centro-izquierda de la entonces República Federal Alemana: el 45,8% de los votos. Como ha escrito Rafael Poch, corresponsal en Berlín de La Vanguardia, aquel gigante de la política "no se dejaba arrinconar por la ´propaganda del miedo´ de sus rivales conservadores. Era ofensivo al reprocharles la contradicción de una política fiscal enfocada a la desigualdad social con los valores cristianos que decían defender. Contraponía la defensa del interés general al interés de la oligarquía social"€ Contrasta esta actitud valiente con la actual de sus epígonos, que acaban de gobernar con la CDU de Merkel y se preparan nuevamente para una "gran coalición", camino de servidumbre para continuar su sumisión al neoliberalismo en auge. El mismo neoliberalismo que ha sumido a Europa en una gran crisis, de la que están saliendo indemnes los que la han provocado. No es extraño que el actual equipo dirigente del SPD tenga el dudoso honor de haber obtenido en 2009 el peor resultado de su historia, con el 23% de los votos. Y ya pueden prepararse para otro revolcón histórico el año que viene.