La manifestación convocada hoy en plaza de España para reivindicar unas pensiones dignas no mostró toda la unidad requerida para una causa tan justa. Ya desde su inicio, representantes de la plataforma de jubilados y pensionistas mostraron su rechazo a que miembros de UGT y CC OO y algún que otro representante político (este diario pudo constatar la presencia de los consellers Finsa Santiago y Iago Negueruela) coparan la cabecera de la manifestación, por lo que decidieron partir primero montando otra cabecera.

Así, mientras unos se dirigían a delegación de Gobierno por la calle Sant Miquel, los otros lo hacían por Vía Sindicato. Incialmente parecía que la marcha que desplegaba multitud de banderas rojas sindicales era la más numerosa y mejor organizada.

No obstante, al enfilar las últimas calles antes de llegar ante delegación se vio que la que partió primero, la de los pensionistas sin ningún color político, se habían sumado multitud de personas. Tantas, que era difícil precisar cuál de las dos era la más numerosa. Entre ambas fácilmente sumarían unos cinco mil participantes.

No obstante, la sindical llegó antes y estaba mejor organizada ya que la plataforma montada en la misma calle de delegación de Gobierno era suya. Altavoces con música y parlamento del sociólogo Antoni Tarabini.

La de los pensionistas se tuvo que conformar con ocupar el paseo del Borne, donde la ciudadana Lola Fernández tomó el micrófono para leer su manifiesto.

El momento de mayor tensión se produjo cuando, una vez acabado el parlamento de Tarabini, la marcha sindical elevó el tomo de la música impidiendo escuchar las palabras de la marcha de los jubilados. Este hecho provocó gritos de ¡fuera, fuera! por parte de los movilizados por la plataforma de pensionistas. Y agentes de la policía nacional tuvieron que intervenir cuando algunos de las personas que escuchaban el parlamento de Fernández intentaron arrancar la conexión eléctrica de la que se nutrían los equipos de música.

Finalmente, la situación se tranquilizó y ambas marchas se disolvieron pacíficamente sobre la una del mediodía.