Aunque su vínculo nunca ha sido tan estrecho como algunos creen, la relación del decano de Filosofía y Letras, Miguel Deyá, y el rector de la UIB, Llorenç Huguet, pasa ahora por uno de sus momentos más tensos (por decirlo de manera suave). La apertura del expediente a Deyá por la retirada de la ' estelada' no ayudó, pero las formas aún se mantenían (en la Pascua Militar se les vio hablando civilizadamente). Pero las negociaciones iniciadas con Cort sobre el posible traslado de estudios de Letras a la UIB, sin informar a Deyá, han dinamitado la situación, como se vio en el tenso Consell de Govern del pasado martes, donde volaron los reproches subidos de decibelios ("Me han dicho que fue de verduleros", se bromeaba por las facultades).
Además de Deyá, también inquirieron sobre el tema el profesor de Historia Sebastià Serra y la exdirectora general de Universidades, Francesca Garcías. Tanto el rector como la presidenta del Consell Social, Xesca Mas, trataron de contener el debate insistiendo en que está todo en una fase muy inicial (aunque la próxima reunión en principio tendrá lugar en menos de dos semanas: será un proyecto embrionario como dicen, pero la rueda ya está en marcha).
¿Y el Estudi General Lul·lià?
Además de la Universitat, el ayuntamiento de Palma y la conselleria de Educación, otra de las partes interesadas (muy interesada) en todo este asunto es el Estudi General Lul·lià, la institución académica y cultural creada en 1951 que tiene el usufructo del histórico edificio (propiedad de Cort) y que puede incluso alquilar sus espacios a terceros: ¿Qué tienen que decir a estos planes?
