Un equipo de trabajo del Oceanogràfic de València ha logrado por primera vez detener la enfermedad que ha empezado a arrasar la población de nacra, Pinna nobilis, el bivalvo característico del mar Mediterráneo, afectada por una enfermedad parasitaria hasta ahora desconocida.

Este mal, según los responsables del mayor acuario de Europa, ha puesto a esta especie en una situación "catastrófica".

La nacra es el molusco bivalvo más grande del Mediterráneo, endémico de este mar, vive principalmente en las praderas de Posidonia oceánica y puede llegar a medir más de un metro y sobrepasar la edad de 20 años.

Las poblaciones españolas han sufrido un significativo aumento de mortalidad en distintas zonas del litoral desde mediados de septiembre de 2016, extendiéndose de forma alarmante por las costas de Baleares, Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía durante 2017. Asimismo, se ha constatado un descenso de ejemplares superior al 80%, en la mayoría de casos, y llegado en muchos puntos al 100%.

A día de hoy solo se consideran libres de la enfermedad las poblaciones de nacra de la costa norte de Cataluña, pero se teme que pronto puedan verse afectadas.

Esta emblemática especie se ha visto afectada por el protozoo Haplosporidium, del que se sospecha que es la causa de la masiva mortalidad observada recientemente en las costas españolas y que podría comprometer la supervivencia de la especie.

Estas nacras favorecen la biodiversidad marina y producen un ecosistema alrededor de sus valvas en el que se reproducen y viven otras especies de micro invertebrados.

Los ejemplares tratados con éxito mediante la introducción de cambios en salinidad, temperatura del agua y alimentación forman parte de un proyecto para su reproducción y posterior reintroducción en el medio natural.

Recolectar nacras es delito

La dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern emitió en agosto un comunicado en el que advirtió que recolectar nacras puede ser considerado un delito penal, estén vivas o muertas. La nacra es una especie amenazada y protegida, cuya tenencia, recolección o transporte, incluso de las conchas puede comportar una denuncia de la Guardia Civil o de los agentes de Medio Ambiente.

Según el artículo 334 del Códico Penal, la caza, la pesca, la adquisión, la posesión o la destrucción de especies protegidas de fauna silvestre, además del tráfico o sus derivados, están castigados con penas de prisión de entre seis meses y dos años, o con multa de ocho a 24 meses.

En julio el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente declaró la nacra como una especie en situación crítica con una mortalidad en Baleares de entre el 90% y 100% en solo seis meses, aparte de el resto del litoral español.