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Ordenación del territorio

El Consell impondrá un techo de crecimiento urbanístico a los municipios con el Plan Territorial

La revisión del documento contempla limitaciones en urbano, turístico y comercial porque 46 pueblos pueden todavía desarrollar un 10% sobre sus cascos urbanos

El Consell impondrá un techo de crecimiento urbanístico a los municipios con el Plan Territorial

El Consell de Mallorca ya está trabajando en la revisión del Plan Territorial de Mallorca (PTM) para adecuar el territorio de Mallorca al siglo XXI. En este documento, al que ha tenido acceso Diario de Mallorca, y que tendrá rango de norma urbanística superior en toda la isla, se pretende fijar cupos de crecimiento; tanto en suelo residencial, suelo turístico y suelo industrial. El claro objetivo es que exista unificación de criterios en el desarrollo urbanístico de toda la isla. Las previsiones del Consell son de aprobar el nuevo Plan Territorial de Mallorca a mediados de 2018.

Uno de los principales problemas que están detectando los técnicos del Consell, según se desprende del avance del Plan Territorial, es el descontrol existente en los departamentos urbanísticos municipales. Las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), aprobadas de finales de los años 90, permitían a los ayuntamientos impulsar un crecimiento del 10% de sus cascos urbanos. En 2005, con la aprobación del Plan Territorial de Mallorca, el Consell presidido por María Antònia Munar fijó una reducción del crecimiento de hasta un 4% en todos los municipios mallorquines. Sin embargo, solo siete localidades de Mallorca han adaptado a lo largo de este tiempo su planeamiento urbanístico al PTM de 2005. Estamos hablando de Palma, Artà, Alcúdia, Calvià, Son Servera, Inca y San Joan. Por tanto, nos encontramos como 46 municipios mallorquines continúan con la posibilidad de crecer un 10% de su casco urbano al no tener actualizadas sus normas urbanísticas.

Ante esta situación, el departamento insular de Territorio e Infraestructuras ha decidido cambiar el sistema. Quiere establecer unos cupos concretos de crecimiento para cada localidad en los diferentes usos de suelo: urbano, turístico e industrial. Estos techos de desarrollo serán de aplicación directa una vez aprobado la revisión del Plan Territorial.

Incremento poblacional

En los últimos 12 años, periodo desde el que se aprobó el anterior Plan Territorial, se ha producido un incremento poblacional de 100.000 personas y las previsiones de la Directrices de Ordenación del Territorio DOT del año 2002 tenían una previsión de que el crecimiento sería de unas 180.000 personas. Unas cifras del todo desmesuradas, según el Consell.

En este sentido, la consellera insular Mercedes Garrido ha explicado en varias ocasiones que "estas cifras nos permiten deducir que suelo urbano existe, otra cosa es que no esté donde las promotoras lo querrían tener", aseveró Garrido el pasado mes de noviembre cuando anunció sus intenciones de revisar y modificar el Plan Territorial.

Otro de los aspectos en que incidirá el nuevo instrumento urbanístico del Consell es en evitar la saturación que vive Palma. La capital balear, según reza el avance del nuevo PTM, está afectada por una "macrocefalia" al concentrarse la mitad de la población de la isla y albergar el puesto de trabajo de cientos de miles de personas que viven fuera de la ciudad y cada día acceden a ella para acudir a sus puestos de trabajo. Esta situación provoca que en la capital balear se concentre las infraestructuras de actividad económica y de ocio. Ello conlleva graves problemas de saturación y un desequilibrio territorial en detrimento del resto de la isla, explica el documento previo del PTM.

Por este motivo, como se está planteando en el Plan de Equipamientos Comerciales de Mallorca, el objetivo es repartir estas infraestructuras de ocio y económicas a las dos capitales de comarca: Manacor e Inca.

Medidas en suelo Rústico

En lo que respecta al suelo rústico, la finalidad es evitar la construcción de piscinas y parar la construcción con fines al alquiler turístico e inmobiliario. Ya está decidido que no se tocará la parcela mínima para construir, fijada en 14.000 metros cuadrados, pero sí se reducirá la edificabilidad y las alturas máximas en suelo rústico.

En la actualidad se puede construir mansiones de hasta 500 metros cuadrados con tres alturas, además de piscina e infraestructuras. La intención es reducir a una edificación máxima, entre casa e infraestructuras, de 250 metros cuadrados en suelo rústico. Todo ello en aras a una nueva figura que crearán que se definirá como Medidas de Integración Paisajística. La reducción de la parcela mínima de 14.000 metros cuadrados crearía un gran rechazo social entre los pequeños propietarios de la part forana que el Pacto de Izquierdas no está dispuesto a asumir. En cambio, se limitarán las dimensiones de las edificaciones en el campo.

Solo una dato para tener en cuenta la incertidumbre que crean las posibles limitaciones de construir en suelo rústico: La media anual de autorizaciones para edificaciones de nueva planta en suelo rústico es de unos 220. Este año, a raíz de que ha trascendido que el Consell quiere modificar el Plan Territorial, se ha producido una avalancha de solicitudes de licencia para casas de campo que supera las 400.

En Suelo rústico se redefinirán las Áreas de Interés Agrario (AIA) que regularán las actividades agrícolas y en la Serra de Tramuntana se quiere introducir la figura del Estudio de Impacto Paisajístico para las actividades que se desarrollen. Las polémicas Áreas de Reconversión Territorial (ART) que permitían permutas urbanísticas no se contemplan. Solo se mantendrán las que contemplan actuaciones como las mejoras de las entradas de Inca y Manacor y la de la Vía de Cintra de Palma.

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