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Boulevard

Cort construye una Palma prohibida a los mallorquines

El mallorquín Cristòfol Castanyer (Christophe Castaner) será a partir del sábado el jefe de filas del principal partido de Francia, La República en Marcha de Emmanuel Macron.

El resto de Mallorca también es prohibitivo para los indígenas y, como con un Deià no era bastante, ahora se anuncia allí un macrocomplejo de 21 viviendas, con sus correspondientes plazas de aparcamiento y espacios comunes, que se llamará Petit Deià. manu mielniezuk

Miles de personas me paran por la calle para preguntarme si José Antonio era primo de Rivera, pero solo me dedico a asuntos provincianos. En uno de mis paseos por Palma para entrar en contacto con las clases medias o incluso trabajadoras, compruebo la avalancha de construcciones de lujo que ha traído el ayuntamiento de PSOE, Més y Podemos.

Confío en que las licencias municipales se concedan ahora con limpieza, pero puede comprobarse fácilmente que la inmensa mayoría de los palmesanos no podrán acceder a ninguna de las viviendas en gestación. Es decir, el Cort más progresista de la historia construye una Palma prohibida a los mallorquines. Y ni siquiera sabe limpiarla, aunque Emaya cambia más de uniformes que la selección española de fútbol.

La destrucción de Génova, que hasta un progresista podría detectar visualmente. La traición de es Jonquet, donde ni el PP se atrevió a perpetrar el crimen urbanístico, para que privilegiados suecoalemanes rentabilicen la lucha vecinal en viviendas millonarias. Construcciones en primera línea del litoral, sin olvidar la barbarie de Calanova que veda a los viandantes la última estampa de su bahía y que hemos sido demasiado lentos en denunciar. Con un agravante en este caso. El semialcalde Antolenin Noguera conoce perfectamente el atentado desde antes de darnos la vara, pero está muy ocupado con compromisos folklóricos. Su modelo de ciudad es una ciudad Modelo, como la famosa prisión.

Le reprochábamos a Vicente Grande su grandilocuente “en Palma no habrá ningún piso por debajo del millón de euros”. El quebrado no se equivocó, solo se adelantó, pero se necesitaba el concurso de Podemos para rematar los precios. Un millón de compra y más de mil euros mensuales de alquiler, gracias a la izquierda que retira su programa de arrendamientos humanos porque no ha logrado arrancar un solo piso a un banco.

Siempre hablan en futuro, los progresistas de Rappel. Arreglarán las terrazas, como si se tratara de un problema de trigonometría y cuando van por el tercer año de pasividad. Abordarán la epidemia de ruidos, permitan que me carcajee, con una concejala que solo ha solucionado la contratación de su pareja en el Consell. (Por cierto, ruego al nepote que no ensucie mi WhatsApp con sus lecciones de periodismo. Si necesita expresarse, ahí está Twitter, la red de los analfabetos. Cuarenta años votando sin excusa al PP, para que ahora venga Podemos a enseñarme en qué consiste la corrupción).

No vamos a cerrar este capítulo (pues ya iba siendo hora) sin una mención emocionada al cataclismo del Boulevard en el Paseo Marítimo. Aparte de plagiar el genérico de esta página que lleva 21 años martirizándoles, ruego a cualquier mallorquín que recuente ahora mismo los coches y los barcos aparcados en la fachada de Palma. Hay muchos más yates malolientes y chatarreros, por lo que el elitista Noguera protegerá a las embarcaciones de los suecoalemanes para perjudicar a los mallorquines. Tampoco se dejen engañar por el trazado de los amplios espacios peatonales. PSOE, Més y Podemos los llenarán de terrazas. Con un referéndum, si es preciso. Un alcalde valiente limpiaría el mar de barcos que dañan la vista. Noguera no lo es.

Ya saben que nunca traspaso la Vía de Cintura, pero me aseguran que las cosas no mejoran en la terra incógnita extendida más allá de este muro que envidiaría Donald Trump. El resto de Mallorca también es prohibitivo para los indígenas. Con un Deià no había bastante, así que ahora se anuncia en dicha villa una macrocomplejo con sabor a laberinto de Pedro Otzoup de 21 viviendas, con sus correspondientes plazas de aparcamiento y espacios comunes. Se llamará Petit Deià, para que nadie se engañe, hoy nos ilustra su apetitosa imaginería. Y pensar que nos reíamos cuando Rosa Estarasburgo abogaba por la construcción de una Petite Valldemossa junto al pueblo original.

Abrimos la sección de internacional. Con Cataluña, por supuesto. Una de las virtudes de la independencia de mentirijillas es que ha servido para desenmascarar a Amnistía Internacional. Rafael Hernando protege los Derechos Humanos con mayor énfasis que esa trama, que solo distingue a los presos de conciencia si se los ponen a suficiente distancia, para que no molesten.

Dado que el mundo gira alrededor de esta isla, nuestro compatriota Cristòfol Castanyer (Christophe Castaner en versión francesa) será a partir del próximo sábado el jefe de filas del principal partido de Francia, La República en Marcha. El presidente Macron confía ciegamente en este hijo de padre mallorquín, que fue un macronista de primera hora después de una larga peripecia socialista. Con su nuevo liderazgo rematará su puesto en el gabinete, que desea conservar.

Ninguna persona en su sano juicio ha visto American Assassin, lo cual no impide que la película empiece con un b rutal atentado islamista en una supuesta playa ibicenca. La escena nos costará más visitantes que la ecotasa, pero los hoteleros no van al cine porque sospechan que es cultura. A propósito, ¿quién se queda con el impuesto ecológico pagado en las plazas no declaradas del setenta por ciento de hoteles que practican la sobreocupación según el Govern? De nada por la propina, pero en los paraísos fiscales no admiten calderilla. Vean El tercer asesinato, la versión japonesa de Matar a un canario, aunque estoy seguro de que llego tarde porque los alumnos, profesores y profesionales del Derecho se me han adelantado.

Reflexión dominical mitómana. “Mito es una persona de la que preferimos que nos cuente sus mentiras a conocer su verdad”.

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