La Seu de Mallorca se llenó este sábado para la celebración solemne de la misa de acción de gracias en homenaje al prelado mallorquín, Monseñor Antoni Vadell, nombrado la pasada semana obispo auxiliar de Barcelona. Más de 40 sacerdotes llegados de todos los puntos de la diócesis, canónigos y el administrador apostólico de la Iglesia de Mallorca, Monseñor Sebastià Taltavull, arroparon a Antoni Vadell.

Numerosos feligreses de las parroquias en las que monseñor Vadell estuvo ejerciendo su ministerio pastoral, como es el caso de Sant Josep Obrer, la de Corpus Cristi o la de Ramón Llull, todas ellas de Palma, no quisieron perderse el acto solemne. Asimismo, la familia del prelado y una gran cantidad de vecinos de Llucmajor, su pueblo natal, estuvieron presentes en la misa de acción de gracias.

Durante su homilía, Monseñor Vadell dio las gracias a la Iglesia de Mallorca y a todos sus integrantes por el apoyo que le han dado desde sus inicios en el sacerdocio. Tuvo una especial dedicatoria para los jóvenes y los catequistas, áreas que él se encargó de gestionar como delegado episcopal del Bisbat de Mallorca hasta hace pocas semanas.

No rehuyó el tema catalán, por su condición de obispo auxiliar de Barcelona, realizando una apuesta clara por el diálogo: "En Cataluña piden que los obispos digamos una palabra. Pero es el momento de escuchar. En estos tiempos complejos, creo que debemos abandonar la cultura del tuit y los 140 caracteres, es el momento de apostar por el diálogo profundo y escucharse unos a otros".