La presidenta del Govern, Francina Armengol, defendió ayer que el catalán sea requisito para los trabajadores de la sanidad pública pero abogó por excepciones a esta exigencia si faltan profesionales sanitarios. "Se está redactando el decreto y se prevé que si hay categorías profesionales sanitarias deficitarias haya mecanismos para hacer excepciones", explicó la presidenta socialista.

Armengol contestó de esta manera al portavoz del partido socio de Govern Més per Menorca, Nel Martí, quien manifestó, por su parte, que "si faltan profesionales sanitarios aceptamos que se sea flexible y que se pueda exigir el catalán en diferido, dando equis años para aprenderlo. Flexibilidad sí, excepciones no", clamó el parlamentario menorquín.

"Ser atendidos en cualquiera de las lenguas oficiales es un derecho de los pacientes", aseguró Armengol, que avanzó que este principio quedará reflejado en el decreto de acceso al empleo en la sanidad pública que están elaborando las áreas de Función Pública y Política Lingüística.

La diputada del PP Núria Riera también preguntó por ello a la consellera de Salut, Patricia Gómez, asegurando que el Govern "está dando la razón al PP". La popular acusó al PSIB de intentar "tomar el pelo a sus socios" del Govern estableciendo numerosas excepciones a la exigencia de la titulación del catalán para acceder a un empleo público. "Para ustedes el catalán es un requisito de forma excepcional", valoró Riera, quien describió que "al final están aplicando la misma ley del PP que derogaron de forma más liada".

Negociación del decreto

La redacción del decreto para exigir el catalán en la sanidad mantiene en negociaciones a los propios partidos del Govern, PSIB y Més, por diferencias en las excepciones planteadas por el Ib-Salut, en manos de los socialistas.

El Ib-Salut, organismo gestionado por el PSOE, cree que por esta cuestión no se debe poner en peligro la cobertura sanitaria y plantea que se exima a los médicos de forma transitoria. De hecho, el organismo sanitario rectificó el decreto inicial que no exigía ni a médicos ni a enfermeras conocer el catalán. Fue tras el plante de sus socios de Més, que pidieron responsabilidades a los socialistas. No obstante, la rectificación solo fue en parte, ya que solo se incluyó a las enfermeras para que en las oposiciones acrediten el conocimiento del catalán, requisito al que se oponen tanto el sindicato de enfermería SATSE como el sindicato médico SIMEBAL, al verlo una "discriminación".