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Oficios de verano

Los trabajadores de la playa

Socorristas, masajistas o vendedores son algunos de los trabajadores que desarrollan en los arenales su jornada laboral

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Los trabajadores de la playa

Lo que para muchos es un espacio paradisiaco de relax y ocio, es para otros su lugar de trabajo. Un grupo de personas vive la playa de otra forma más allá de la tradicional imagen de bañistas disfrutando del sol abrasador y el mar. Socorristas, camareros, hamaqueros, masajistas, vendedores de fruta y tenderos son algunos de los trabajadores que la ven con diferentes ojos: para ellos es un sitio donde ganarse el pan.

Es el caso de Olga Duque, dueña de una boutique de ropa y complementos situada a pie de playa en Illetes. Está encantada de sus clientes, que son en su mayoría suecos y alemanes: "Tenemos un público muy educado". Además, es feliz por ejercer su trabajo en la playa porque su público "está de vacaciones y transmite una energía muy bonita".

Por su parte, Leandro Camerlo es un italiano que ejerce de socorrista en esta misma playa. También es arrendador de velomares. Califica Illetes como "una piscina muy grande y tranquila".

Su compañero, Rafael Caparelli es hamaquero. "Lo que más me gusta de mi trabajo son las vistas, pero es duro con tanta calor". Según sus palabras, los turistas son los clientes que más hacen uso de las hamacas y las sombrillas.

La perspectiva en Can Pastilla

"Melones, sandía, coco" son las palabras que rompen la armonía y la tranquilidad playera. Dos vendedores de fruta se pasean cada mañana de un lado a otro cantando estos alimentos para su venta.

Entre gritos, bañistas tomando el sol y niños corriendo tras una pelota, está Aina Salas. Trabaja en la tienda de El Niño, en el balneario 15. Se encarga de alquilar material como kayaks, aunque "la mayor demanda la tiene el paddle surf".

Un perfil oculto en la playa es el de los masajistas. Youdung Zhu es una ciudadana china que lleva 9 años en Mallorca dando masajes. A pesar de practicar una actividad ilegal, confiesa que "hay pocos policías malos" y que la mayoría "son buenos" por no requisarle el material al llamarle la atención.

La jornada de Mbaluku Akpa, vendedor ambulante, se caracteriza por el "sufrimiento". "Lo paso muy mal. Voy de un lado a otro todo el día y siempre bajo el sol", lamenta. Además, critica los malos tratos de "turistas extranjeros y españoles" por su condición social.

De forma distinta la ven los bañistas. Jose Guillermo Maestre, acompañado de su mujer, acude cada semana a Illetes. "Lo que más me gusta es el agua", dice. Destaca la actuación de los turistas, que "recogen lo que ensucian". Sin embargo, lamenta que "el estacionamiento es un problema".

Finalmente, Blanca Buenaño viene casi cada verano a Mallorca. Es una ecuatoriana que critica que la "masificación se nota especialmente en los coches".

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