El conseller de Territorio, Energía i Movilidad, Marc Pons, presentó ayer una línea de ayudas con un valor de 200.000 euros que se dirigirá únicamente al sector del taxi. El objetivo es "ir arrinconando poco a poco los combustibles fósiles" y favorecer el cambio hacia la movilidad eléctrica.

La convocatoria de ayudas cuenta con cuatro líneas de actuación. Se adjudicarán 6.000 euros para la adquisición de un vehículo eléctrico. Se darán entre 800 y 1.500 euros por la obtención de vehículos híbridos. Finalmente, se repartirán 800 euros por la reconversión del taxi de diesel a gas natural.

El conseller ha lamentado que la ayuda estatal a la adquisición de vehículos de energías alternativas (Movea), de 5.500 euros, no sea compatible con la autonómica por "una decisión estrictamente de voluntad" del Gobierno de España.

El Govern destinará un total de 600.000 euros a una línea de ayudas dirigida a diferentes ayuntamientos de Balears para instalar nuevos puntos de recarga. Marc Pons ha explicado que hasta final de año se podrían construir más de 100 puestos.

Por otra parte, el director general de Nissan Nigorra Baleares, José Pérez Trillo, ha llegado a un acuerdo con Multiauto Palma. Este convenio ofrece dos taxis eléctricos de sustitución para que los taxistas puedan probarlos sin compromiso de compra cuando sus vehículos estén en un taller.

La autonomía, un problema

El presidente de la Federación Independiente de Taxistas de las Islas Baleares (FITIB), Gabriel Moragues, ha asegurado que están "contentos con la línea de ayuda al gas y al eléctrico". Sin embargo, el principal problema que presentan los taxis eléctricos es la baja autonomía con la que cuentan. Por este motivo, cree que estos vehículos "están condenados de momento" hasta que aumenten los kilómetros.