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Entrevista

Pablo Simón: "La paradoja es que ahora Podemos se tiene que 'errejonizar' lo que pueda"

Simón asegura que España no está vacunada contra la extrema derecha, al tiempo que augura un estado de 'guerra fría' entre Cataluña y Madrid tras el uno de octubre

Pablo Simón, doctor en Ciencias Políticas por la Pompeu Fabra, antes de dar su conferencia. guillem bosch

-¿Por qué Podemos presenta una moción de censura que ya sabía que no iba a prosperar

-Podemos quería marcarle la agenda al PSOE y presentarse como única oposición real. Dentro de sus cálculos, pensaban que iba a ganar Susana Díaz y que el PSOE votaría de manera conjunta con PP y C's en contra de ellos. Pero ganó Pedro Sánchez. Por otro lado, estas mociones sirven para censurar al Gobierno y hasta cierto punto ha sido eficaz. Han afeado los casos de corrupción del PP y Montero ha tenido un papel destacado en este sentido. De otro lado, lo que pretendía Podemos era conseguir marcar la agenda. Polarizar frente al PP, y lograr que Pablo Iglesias fuera el eje vertebrador de estos dos días de debate. Pero a ver lo que dura este efecto, porque ahora viene el congreso del PSOE.

-¿Quién sale reforzado de estos dos días de debate en el Congreso? ¿Rajoy, ya que el sí a la moción apenas sumó el 25% de los escaños? ¿O Iglesias, visibilizándose como líder opositor de la izquierda?

-La estrategia de los dos partidos era complementaria. Si miramos los últimos sondeos, hay una lenta erosión de votos del PP en favor de Ciudadanos y de Podemos en favor del PSOE. En esta moción, ha habido un enfrentamiento entre ambos y lo que les interesaba era polarizarse frente al otro.

-El PSOE y Ciudadanos han estado muy difuminados en el debate.

-No han sido las estrellas principales de la función, pero (el debate) ni les ha sumado ni les ha restado.

-¿El PSOE tiene motivos para temer un 'abrazo del oso' por parte de Podemos?

-Yo diría lo contrario. Si se mira el último barómetro del CIS, los votos indecisos entre ambos partidos son en torno a un millón, de ellos casi 700.000 votos son más cercanos de caer del lado del PSOE, y el resto, de Podemos. Podemos corre el riesgo de que el voto útil contra el PP vaya a ser del PSOE. Podemos tiene que resituar la estrategia. La lógica del 'sorpasso' ha quedado atrás. Ahora, la mejor manera de matar a tu rival es matarlo a abrazos. En vez de confrontarlo directamente, tienes que mostrarte conciliador con él, de manera que esa indecisión entre los electores de los dos partidos se mantenga y luego todo se decida en la campaña.

-O sea que, por este motivo, han dulcificado últimamente las relaciones PSOE y Podemos.

-Al PSOE le interesa esta estrategia para tomar distancia respecto al PP. A Podemos le interesa, porque sabe que, con Pedro Sánchez, no es creíble que éste sea el POSE de la abstención frente a Mariano Rajoy. Tiene que 'errejonizarse' todo lo que pueda. Esto es una paradoja. La estrategia de Vistalegre II ha caducado a los pocos meses de comenzar.

-Dígame si usted, que es un estudioso de la política, recuerda un caso parecido a la 'resurrección' de Pedro Sánchez.

-Hay otras dos 'resurrecciones'. recientes La de Mateo Renzi, que arrasó en las primarias. Y la de Jeremy Corbyn, que fue censurado por su grupo parlamentario, pero las bases laboristas volvieron a votarle.

-¿Ve a Susana Díaz confinada en su 'reino' de Andalucía durante los próximos años?

-Es complicado de anticipar. Ahora vienen todos los congresos regionales del PSOE, y creo que Pedro Sánchez tratará de articular candidaturas alternativas. Lo tendrá fácil en baronías que el PSOE no gobierne, como Madrid. En los sitios en los que gobierne es más complicado que imponga una candidatura crítica a quien es el presidente de su Comunidad. En Balears, creo que no lo hará. No creo que promocione a nadie. Antes, Pedro Sánchez era un rey sin trono en Ferraz, rodeado de barones críticos, mientras que ahora es quien desde Ferraz está asaltando todas las baronías.

-¿La nueva política ha envejecido pronto en estos tiempos en que todo va muy rápido?

-Ciertamente. A la nueva política le sentó muy mal la repetición electoral del 26-J. Se disparó el descontento por la política. Cayó el interés. También hay que tener en cuenta que partíamos de una falacia: no existe la nueva política, sólo hay nuevos partidos y viejos partidos.

-Triunfan en audiencia programas que hablan de política, pero no la política en sí. ¿Quién, si no, se ve entero todo un debate de la nación o una sesión de control al Gobierno? Desde su experiencia como invitado en programas de La Sexta, ¿me puede explicar esto?

-Sí, es curioso. Tras la crisis, el interés por la política se multiplicó por dos. También por la aparición de nuevos partidos, nuevos actores. A los medios les da audiencia. El lado positivo (de estos programas) es que refuerzan el interés por la política, usando un formato más vivo, con personajes reconocible, caricaturizados a veces. Pero hay estudios de Estados Unidos que advierten del lado negativo. Si sólo te acercas a la política a través de estos formatos puedes tener una visión más sesgada de la política. Todavía es pronto para saber qué lado se impondrá en España.

-La política española parece instalada en bucles como el problema catalán. Ahora estamos de nuevo en la casilla de salida: con un referéndum a unos meses vista.

-La secuencia pasa primero por ver ese choque del uno de octubre (día del referéndum).

-Esa expresión de 'choque de trenes' le gusta mucho a los periodistas.

-¡Es una metáfora gastadísima! Hasta que no se aposente el polvo tras el uno de octubre va a ser muy difícil. El escenario más probable serán unas elecciones autonómicas en Catalunya y tal vez un gobierno en minoría de ERC, que daría paso a un estado de 'guerra fría' con Madrid.

-Trump. Hace unos años, Berlusconi. Duterte, presidente de Filipinas que dice que él mismo mató a delincuentes cuando era alcalde. Le Pen, casi presidenta. Brexit. ¿Por qué les va tanto la 'marcha' a los votantes?

-La crisis ha destapado contradicciones en muchas sociedades. Al conflicto entre la izquierda y la derecha, se solapa un conflicto nuevo entre abierto y cerrado. Apertura, cosmopolitismo y derechos de minorías frente a repliegue nacional, xenofobia...

-Desde España observamos los fenómenos de ultraderecha como algo muy lejano, y nos decimos 'Esto no puede pasar aquí', como el título de esa novela que fabulaba sobre un estado dictatorial en Estados Unidos. Y yo le pregunto: ¿Esto no puede pasar aquí?

-Ningún país está anestesiado de que ocurran estas dinámicas. Es verdad que en España tenemos condicionantes que puedan amortiguarlas. Se dice que la ultraderecha está desacreditada por ser nostálgica del franquismo. Lo cierto es que España, junto a Irlanda y Portugal, es de los pocos países sin un partido de extrema derecha. Pero nadie nos garantiza que en el medio plazo no pueda emerger uno nuevo. Vox no se quedó a tantos votos de entrar en el Parlamento europeo.

-Deme el nombre a seguir de algún futuro líder en ciernes a nivel mundial. ¿Zuckerberg, el creador de Facebook?

-No, si tuviese que dar un nombre sería el de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Por los valores que representa de aperturismo, multiculturalismo, federalismo, lucha contra cambio climático. Es el tipo de liderazgo que va a abanderar el mundo libre.

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