¿Qué puede hacer la Administración para facilitar el acceso a una vivienda digna a los residentes?

Debería de promover viviendas para alquiler social, ante la necesidad acuciante de la población para acceder a una primera residencia. No veo muchas más soluciones. Porque yo creo en el derecho a la propiedad y que el dueño de un inmueble es libre de alquilarlo o no, sin que se le pueda obligar. Muchos propietarios, desde que se han agilizado los desahucios por impago, han entrado en el mercado. Pero la ventaja del alquiler vacacional es que este problema no existe porque el cliente se va. Se dispone de la vivienda durante la mayor parte del año y solo se alquila durante tres o cuatro meses, sin que tengas tensiones con un inquilino que no paga y que hay que desahuciar. Por eso muchas viviendas que estaban vacías ahora sí se dedican al alquiler.

¿Hay un nuevo tipo de demanda de vivienda local, dirigida a pisos más pequeños?

Sin lugar a dudas. Si yo fuera promotor, en estos momentos haría viviendas de 50 metros cuadrados, que son ideales para conseguir la máxima rentabilidad, porque hay mucha gente que vive sola o familias de solo dos personas. Siempre habrá demanda para dos o tres habitaciones, pero cada vez crece más la de un único dormitorio.

¿Qué precio han pagado los agentes de la propiedad inmobiliaria durante esta crisis?

Hemos perdido un 25% de los colegiados, y la mayoría de agencias inmobiliarias que no son agentes cerraron. Nosotros mantuvimos el tipo porque somos profesionales de largo recorrido, y aunque la crisis a sido brutal, pudimos hacer tasación de inmuebles. Ahora somos unos 200 colegiados en las islas.

¿El nuevo boom ha reactivado el intrusismo?

Desde que en un año la situación ha dado un vuelvo absoluto, han comenzado a salir inmobiliarias debajo de las piedras. Cualquier persona en este momento, sin saber nada de nada, puede abrir una agencia inmobiliaria. Por eso exigimos a la Administración que regule esta actividad, por el bien del consumidor. El borrador de la ley de la vivienda del Govern ya establece por primera vez que para ser intermediario inmobiliario tienes que estar inscrito en un registro, pero pensamos que ese requisito no basta, y que también debería de contar con un seguro de responsabilidad civil, un domicilio físico y un distintivo claro para evitar la picaresca. Todo ello en beneficio de los consumidores.