Si alguien esperaba que José Ramón Bauzá utilizara las informaciones que salpican a Company o que respondiera a las acusaciones de “juego sucio” que lanzó ayer contra él su contrincante, se tuvo que conformar con los reproches del expresidente a su exconseller por no haber querido acceder a un cara a cara público antes del Congreso del partido. Pese a que numerosos miembros de su entorno difundieron ayer en redes la noticia de la agresión de Company a un menor en 2007, el candidato a recuperar el liderazgo de la formación evitó entrar en la polémica y en la sombra de guerra abierta que sobrevuela la campaña a las primarias de la formación.

Mientras Company les señaló a él y a su entorno como responsables de haber filtrado varias informaciones en su contra, Bauzá evitó aprovechar su acto central de campaña para responderle. En el acto, celebrado en Es Molí des Comte de Palma, el expresidente del Govern estuvo arropado por en torno a 500 personas, principalmente militantes de base. Los asistentes superaron las previsiones de la organización, que tuvo que acabar sacando más sillas de las preparadas inicialmente.

Las escasas caras conocidas le flanquearon a su entrada: su ahora número dos, Ana María Aguiló, los exconsellers Carlos Delgado y Tomàs Cortès y los diputados Antoni Camps y Margaret Mercadal. También estuvo acompañado por Jordi Horrach, quien fuera responsable de la campaña de Jaume Bauçà, y por Miguel Ángel Cañellas, responsable de la asociación Las Ovejas de Mica.

“No quiero un PP blandiblú”

Entre los pocos dardos de Bauzá a Company estuvo el reproche de no haber “querido un debate”. “Yo quiero que todo el mundo sepa cuáles son mis ideas. No tengo nada que esconder”, presumió el expresidente. Bauzá cargó las tintas contra la actual línea del partido y rechazó “un PP light o blandiblú”. “Queremos un PP fuerte”, defendió el candidato a presidente.

En el acto, la candidatura de Bauzá quiso mostrar su versión más radical en cuestiones lingüísticas e identitarias. El expresidente garantizó que si él gana el Congreso “no habrá sombra de nacionalismo en el PP de Balears”.

Bauzá censuró que el grupo parlamentario del PP abandonara el pleno del Parlament para no votar sobre la derogación de la Ley de Símbolos. “Algunos querían votar a en contra, y los tenemos aquí y lo saben bien -en alusión a Camps y Mercadal-, pero otros querían votar a favor”, lamentó el expresidente balear.

“Candidatura de la unidad”

Con todo, Bauzá defendió ser “la candidatura de la unidad”, al haber integrado a tres de las cuatro candidaturas. Respaldó su tesis Jordi Horrach, responsable de la candidatura de Jaume Bauçà, quien aseguró que “el 90%” de esa candidatura acompaña al expresidente: “Que no os hagan creer lo contrario”, avisó. En la misma línea, Horrach aplaudió a Bauzá por anunciar que si gana integrará a su rival, “lo que no he oído decir a la otra candidatura”, comentó.

Tomàs Cortès defendió que “a diferencia de la otra candidatura Bauzá no tiene ni tutelas ni tutías”. “El otro candidato está tutelado y todos sabemos por quién”, dijo, para, luego, criticar que la candidatura de Company es “la candidatura del superglú”: “Todos los que le apoyan son cargos pegados con pegamento a su silla”, lanzó.

Por su parte, Aguiló criticó a “quien en el PP habla de catalán de Mallorca” y a “quienes dicen defender la unidad de la lengua”.