El Parlament comenzó ayer el nuevo período de sesiones con uno de los plenos más tensos de la legislatura, que culminó con la salida del grupo popular de la sala en protesta por la intervención del líder de Podemos, Albert Jarabo, quien desde la tribuna insistió en "la relación mafiosa entre el PP y la Policía Local de Palma" y enumeró los delitos presuntamente cometidos en este caso, vinculándolos a los populares. Estos se negaron a regresar hasta que Jarabo se disculpara, a lo que el líder de Podemos se negó argumentando que él sólo había leído los delitos que se citan en el sumario judicial.

La intervención del líder de Podemos se produjo en el debate para la validación del decreto ley para posibilitar que los ayuntamientos puedan mantener contratados a los policías locales interinos, tras la sentencia del TSJIB que lo impedía. Jarabo dedicó el grueso de su defensa del decreto a atacar al PP por el caso de la Policía Local de Palma. "Tráfico y tenencia ilícita de armas, obstrucción a la justicia, tráfico de influencias, prevaricación, negociaciones prohibidas, coacciones, soborno, amenazas, extorsión, falsedad, uso de información privilegiada, delitos contra la salud pública, delitos fiscales contra el medio ambiente", enumeró el líder de Podemos dirigiéndose a los populares. Ya con el PP fuera, afirmó que en la bancada popular se sienta "el presunto capo de esta red criminal, Álvaro Gijón". Para Jarabo, el PP "no es el partido de la Ley y el orden", sino que "desprecia la Ley" al considerarla "algo para la plebe, para el populacho, que no va con ellos".

Jarabo se niega a disculparse

Los diputados del PP abandonaron en bloque sus escaños, incluidos los dos miembros de la Mesa, Miquel Jerez y Miquel Vidal. Esto provocó el temor del PSIB y Més a que, al quedar la Mesa en minoría puesto que no se ha elegido aún un nuevo presidente tras la destitución de Xelo Huertas, no pudiera validarse el decreto Ley.

Distintos miembros del Pacto intentaron mediar con los populares para que regresaran, sin éxito. Tampoco lo tuvieron al intentar convencer a Jarabo de que entonara algo parecido a una disculpa. La consellera Catalina Cladera procuró persuadir a la portavoz de Podemos, Laura Camargo, también sin lograrlo. En los pasillos del Parlament, Jarabo mantuvo una tensa conversación con Nuria Riera y Antònia Perelló, del PP, negándose a disculparse.

Mientras, el Pacto aclaró con los servicios jurídicos del Parlament que el decreto podría validarse si había 30 diputados en la sala de plenos, aunque no hubiera quorum en la Mesa. Para entonces, el PP había decidido regresar a sus escaños y pedir formalmente que Jarabo se disculpara por sus "insultos". La portavoz popular, Marga Prohens, acusó al líder de Podemos de haber demostrado que era "indigno" de ocupar un escaño y exigió también disculpas a Vicenç Thomàs (PSIB), presidente en funciones del Parlament, por no haber llamado al orden a Jarabo. No lo consiguió de ninguno de los dos y los populares volvieron a abandonar la sala de plenos, salvo Jerez y Vidal por "responsabilidad institucional". Al final, el decreto ley quedó validado en ausencia del PP.