Caixabank creará un servicio centralizado y especializado para revisar las reclamaciones de los clientes ante la posible devolución de las cláusulas suelo. Un equipo de 130 personas se encargará de revisar "caso a caso" cada reclamación que llegue a través de las 5.000 oficinas que la entidad tiene en todo el país. La entidad financiera tiene un valor máximo de cláusulas suelo de 1.250 millones de euros (ése es el impacto máximo que han estimado) y ha provisionado 625 millones para devolver en los casos en los que se hayan aplicado de una manera abusiva y poco transparente, tal y como establece el decreto ley recientemente publicado sobre este tema.

Así lo ha expuesto esta mañana el consejero delegado de la entidad financiera durante la presentación de los resultados correspondientes a 2016. Gonzalo Cortázar ha querido subrayar que la mayoría de cláusulas tienen proceden "heredadas" de absorciones de otras entidades ya que no es política de Caixabank "comercializarlas activamente". El directivo recordó que en 2015 empezaron a suprimir las cláusulas suelo, comenzando por los colectivos más vulnerables y suprimiéndolas del todo al cabo del año "de manera voluntaria y sin sentencias". Celebró el decreto judicial como "un cauce que permitirá un proceso extrajudicial" de devolución que permitirá evitar "el colapso de los tribunales".

Cortázar ha garantizado una solución "sencilla y satisfactoria" para los usuarios y ha explicado que ya se ha informado a todos los clientes de este proceso y que desde la semana pasada se están distribuyendo y recibiendo los formularios correspondientes para reclamar la devolución. "Se revisará las solicitudes y se comprobará si corresponde la reclamación, por los requisitos del cliente y la falta de transparencia", ha descrito el consejero delegado, "se devolverán las cantidades que correspondan y de manera sencilla y fácil; si no corresponde la devolución se explicará".

Así la indicado Cortázar en el turno de preguntas tras las presentación de la cuenta de resultados. Jordi Gual, presidente de Caixabank, ha dado apertura el acto con el dato de beneficios de 2016, un año en el que la entidad financiera ha superado los mil millones de euros de beneficios, algo que no sucedía desde 2011. Estos 1.047 millones de euros supone un incremento del 28,6% respecto a 2015.

Gual ha destacado los resultados como "muy positivos" teniendo en cuenta que aún se encuentran en un "entorno muy complejo para el negocio bancario" y en un ambiente global "no exento de turbulencias". En sentido ha recordado que comenzaron el año pendiente de la economía china, para seguir con la caída del precio del petróleo, el triunfo del Brexit, la victoria de Donald Trump... El presidente de Caixabank ha valorado que el ritmo de crecimiento ha sido igual que el año anterior y ha dado una muestras de aceleración el último trimestre, tendencia que prevén continue para 2017. El aumento del precio del crudo y el Brexit ha sido señalado como posibles ralentizadores del crecimiento de la zona euro. Además de los movimientos del Reino Unido respecto a la Unión Europea, Gual ha señalado como posibles riesgos para 2017 la orientación de las políticas de Donald Trump y las próximas elecciones en Europa y ha subrayado la divergencia en las políticas monetarias de EEUU y la UE.

El presidente de Caixabank ha valorado que la política de Trump puede suponer "el inicio del fin de la época de los tipos de interés bajos", pero también ha advertido que sus primeras acciones comerciales, y sus políticas en general, "generan desasosiego y preocupación" y se perciben como un posibles frenos "a esa visión del aumento de la actividad económica global".