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Opinión

Insensibles ante la agonía del almendro

Hace varias legislaturas que la conselleria de Agricultura debería estar suprimida del organigrama del Govern. Mantener un departamento que...

Insensibles ante la agonía del almendro

Hace varias legislaturas que la conselleria de Agricultura debería estar suprimida del organigrama del Govern. Mantener un departamento que vive de espaldas a la payesía, preocupado únicamente por ejecutar una pseudopolítica populista, con la subvención de por medio, es un sinsentido. Su ausencia no se notaría: El pago de las ayudas a los agricultores podría ser asumido por la cartera de Presidencia, y Medio Ambiente quedar subsumido en la conselleria de Territorio.

A Biel Company solo le preocupaban los payeses para hacerse valer ante José Ramón Bauzá, y ahora para llegar al Consolat; a Vicenç Vidal le interesa el Medio Ambiente y la agricultura ecológica, todo lo demás solamente trae problemas. Uno y otro conseller han ocupado el cargo mientras fuera de su despacho la devastación se lleva por delante los almendros de Mallorca.

Los envejecidos dueños de fincas con este árbol llevan años -¡años!- observando amargamente la agonía de los almendros plantados por sus antepasados. Las hojas amarillentas, secas, el avance sin remedio del mal ante una Conselleria inexistente, sin técnicos decididos a hacer un diagnóstico, sin políticos obsesionados por encontrar un remedio. Algo que al menos justificara la existencia de la Conselleria. Quizás al principio no era 'xylella', y se habría estado a tiempo de actuar.

Atemorizado por la que se le viene encima -en el sur de Italia debe intervenir el Ejército para entrar en las fincas y arrancar los árboles infectados ante la impotencia de los agricultores-, Vidal saca pecho con una foto de un acebuche de 2012. Sin rubor, el actual conseller afirma que ya entonces el arbusto estaba afectado, culpando a Company de la desidia que ahora le pasa factura. Como si él no hubiera estado en Babia.

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