Los documentos desclasificados de la CIA en los que aparece mencionado varias veces Juan March suponen "una nueva fuente" para los investigadores de la figura del magnate mallorquín, además de la confirmación de varios aspectos y hechos que se sospechaban o intuían pero que documentalmente no se habían ratificado al completo. Algunos de los aspectos que figuran en estos archivos, y que este diario publicó el pasado domingo, sirven a los expertos para despejar dudas.
Así lo señala por ejemplo Pere Ferrer, historiador especializado en la figura del banquero: "Sí que había documentos, de los ingleses, que indicaban que no se podía hacer ninguna compra de material de guerra en Europa sin pasar por March y que había intervenido en operaciones con Yugoslavia y Turquía, pero no se conocía la operación con el gobierno sirio que aparece en estos papeles, se confirma su papel en el tráfico de armas", indica el autor de la biografía Juan March, el hombre más misterioso del mundo.
Según estos archivos de la CIA, hoy al alcance del público tras años de secreto, en 1948 el ministro sirio Jean Sihnawi inició negociaciones "con una firma española" para adquirir 400 aviones militares "contra las incursiones judías". Como clave de la operación, la CIA creyó importante destacar que "Sihnawi es amigo del rico e influyente industrial español, Juan March".
Ferrer celebra la desclasificación de estos papeles de la agencia de espionaje americana: "Aportan detalles y traen más claridad a cosas que antes solo entreveíamos", subraya. "Siempre he dicho que nos faltaban por conocer los archivos de EEUU, hemos consultado archivos ingleses, franceses y rusos, pero éstos estaban pendientes y seguro que en los archivos del ministerio del Tesoro de EEUU también hay más información den Berga". Ferrer recuerda que al finalizar la II Guerra Mundial, cuando americanos y soviéticos entraron en Berlín, ambas partes se llevaron la documentación que pudieron encontrar "y allí había mucha información sobre March".
Otro aspecto sobre el que los papeles de la CIA arrojan más luz se refiere al posible negocio que hizo March con los judíos que huían de Alemania en 1940. Sobre este episodio, Ferrer asegura que ya se conocía que el banquero cobró grandes sumas por sacar de Europa en sus barcos a judíos que querían huir por miedo al nazismo. Lo que según el historiador no se sabía y los archivos de la CIA definen más es que el mallorquín también intervino en operaciones de compra de valiosos bienes de judíos a muy bajo precio.
Este episodio aparece en el archivo de la CIA incluido en el apartado "Crímenes de Guerra Nazis". En 1946 la agencia investigaba a Michael Olian, un contrabandista de alto nivel que en 1940 se dedicó "a comprar bienes a bajo a precio, pertenecientes principalmente a judíos de Francia", actuando en nombre de un banco suizo. El intermediario, según los documentos, "acordó un cambio en pesetas para la oficina del banco suizo SBS en Madrid. Los beneficiarios fueron Juan March (español) y Matas (español).
Carles Manera, catedrático de Historia e Instituciones Económicas, también celebra la desclasificación de los documentos al aportar "información relevante" que también reflejan "la dimensión" de March "estrictamente como empresario". El profesor de la UIB y exconseller de Economía considera que "se ha escrito poco" desde este punto de vista empresarial, un aspecto eclipsado por episodios más oscursos relacionados con su vida, como el contrabando de tabaco o su vinculación, nunca probada, con el asesinato de Rafel Garau, el hijo de su socio.
"Hay muchas lagunas y poco análisis sobre su figura como empresario y sobre su influencia", apunta, "y desde una visión empresarial fue una de las personas más importantes de Europa".
Manera se refiere a la mención que hacen los archivos de la CIA sobre la Fundación Juan March, "que fue dotada con más dinero que la Fundación Nobel, la más importante dentro de la difusión de ciencia", indica el economista para dar cuenta de la "magnitud" de dicha fundación.
Según la documentación desclasificada, Richard Eells, el profesor de la universidad de Columbia, remitió una propuesta a la agencia norteamericana que ponía a la misma altura instituciones como la Fundación Krupp, Gulbenkian, Onassis, Angelli y la Juan March.
El catedrático considera que sobre el papel empresarial del más famoso santamargalider de la historia queda mucho por estudiar. Celebra los nuevos archivos "como una nueva vía" para obtener más información de este aspecto.
