Borges vivía en Mallorca cuando escribió que Palma es una "ciudad levítica e idiota". Puede, pero también muy rentable. Los suecos han conseguido que los pisos rehabilitados del casco antiguo de Ciutat hayan vuelto a superar el listón de los diez mil euros el metro cuadrado construido. En efecto, un millón por una vivienda de cien metros en un callejón de acceso endiablado y tan estrecho que mete al vecino en casa. Sin vistas.
Palma se está convirtiendo en la ciudad más cara del mundo para vivir
Palma se está convirtiendo en la ciudad más cara del mundo para vivir. Nadie dijo que la belleza saldría barata. En principio, solo cabría dar la enhorabuena a los vendedores y a los escandinavos, al igual que ocurrió durante la penúltima burbuja inmobiliaria. Entrambos, lograrán expulsar de la isla a los engorrosos indígenas. Claro que, en cuanto estalle el globo, habrá que rescatar a los bancos enloquecidos por el cuento de la lechera. La factura correrá a cargo de los mallorquines sobrios que piensan que una isla mal comunicada no vale diez mil euros el metro.
Miles de suecos mallorquinizados me paran por la calle, para preguntarme en qué colegio de pago deben matricular a sus retoños. Siempre pedagógico, enumero a los nórdicos que la aristocrática generación nacida alrededor de los años cuarenta tuvo su Montesión, los litris del sesenta cursaron en el Luis Vives, los constructores de los ochenta a San Cayetano y los millennials del 2000 a Ágora. Por supuesto que no olvido que invitaron a un presunto pederasta como experto en educación, suerte que no sucedió en un instituto.
Intento reconquistar a Ella:
-No puedo vivir sin contemplar tu belleza.
-Pues vuelve a ponerte las gafas.
Cuando todavía no votaba a Rajoy, el entonces socialista Patxi López se desplazó a Mallorca tras el asesinato de dos guardias civiles a manos de ETA en Palmanova, crimen nunca esclarecido. El presidente de Euskadi tuvo una intervención conmovedora en las escalinatas de Cort, al borde de las lágrimas y de pedir perdón a los mallorquines por la exportación de la tragedia vasca. Patxi López dilapidó aquel capital con su abstención vergonzante y titubeante del año pasado en el Congreso, que le inhabilita para encabezar la candidatura tramposa que solo pretende arrinconar a Pedro Sánchez. Era la última mentira que le faltaba por decir. Hasta dudo de las palabras que pronunció en Palma.
Qué tiempos aquéllos, en que parecía imposible que Patxi López votara a Rajoy. Hablando de socialistas desubicados, mandar a medias significa que el PSOE propone al abogado del Estado y antiguo jefe de la abogacía de la comunidad Pedro Aguiló Monjo como director de la nueva Oficina Anticorrupción. Sin embargo, la decisión socialista de nombrar al jurista que lideró la lucha contra la corrupción desatada del Govern Matas ha topado con la oposición frontal de los socios de Més y Podemos, que callaron con la colocación del izquierdista Juan Gual en Puertos. El cargo sería un buen retiro para Xelo Huertas.
La Oficina Anticorrupción puede estrenar su labor investigando la botella de vino de valor indeterminado que un tal Florentino Pérez le regaló a una tal Francina Armengol, a modo de regalo de Navidad con aviesas intenciones. Miles de personas me paran por la calle para preguntarme sobre la magnitud del despilfarro de alimentos. Pues bien, doscientos kilos doscientos de dentón se quedaron sin comprador en una subasta celebrada durante las pasadas fiestas en la lonja.
El PP tiene tan pocos cargos a repartir en Balears, por no hablar de la aparición de populares espontáneos como Huertas, que los escasos momios andan muy solicitados. María Dolores de Cospedal postulaba a Carlos Simarro para la delegación del Gobierno. Soraya Sáenz de Santamaría promovía a su compañero de estudios Fajarnés para el mismo puesto. Se impuso el criterio inapelable del presidente Mariano, que colocó a la María Salom de España que ya quiso imponer al frente de la candidatura al Congreso.
Hablando de los España, se ha reactivado la petición de nulidad matrimonial entre Mariano de España y Sonia Valenzuela, que en un primer intento le costó la destitución al obispo Javier Salinas. Así lo leyeron ustedes con fruición en estas páginas de no-ficción. Lo cual nos lleva a la miniserie auspiciada por IB3 sobre las andanzas del prelado y su secretaria particular. Es un pájaro espinoso asunto, que ha causado honda consternación en el obispado de Mallorca porque se temen lo peor.
Recuerden dónde leyeron antes que la peripecia de Salinas debía ser escenificada. Adjuntamos incluso el reparto idóneo para la dramatización. Es preferible que IB3 se anticipe a Tele 5. En cuanto a su condición pública, la canónica BBC ha programado una hilarante Mujeres desesperadas de ISIS, que les recomiendo encarecidamente. El problema es cómo narrar la relación Salinas/Valenzuela sin contar con el diario que la publicó en exclusiva, y cuyo papel figura incluso en las querellas conyugales ligadas al escándalo.
Metidos en teologías, la sociedad digital avanza a mayor velocidad que nuestra capacidad de adaptación. Amigos ingenuos se asombraban de que al consultar por segunda vez consecutiva un billete de avión desde Palma, hubiera subido el precio señalado por la página web intermediaria. Por supuesto, la reiteración demuestra ansiedad por efectuar el viaje pretendido, así que la oferta se encarece. Algún ingenuo efectúa la segunda consulta con el artilugio de su pareja o de su hijo, sin saber que los algoritmos ya tienen archivada la familiaridad por lo que no se dejan engañar.
Reflexión dominical trompicada: "Los acontecimientos históricos marcan un antes y un después, pero Trump solo garantiza el antes".
