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Sanidad

Son Espases, zona de fumadores

Pese a que la ley antitabaco prohíbe fumar en los recintos hospitalarios, en el centro siguen fumando trabajadores, familiares de visita e incluso pacientes

Un visitante, fumándose ayer un cigarrillo debajo de la rampa de acceso a la cafetería de Son Espases. B. Ramon

¿Es Son Espases un área libre de tabaco? No, un puñado de irreductibles adictos a la nicotina siguen fumando por sus instalaciones pese a que la ley antitabaco en vigor no permite fumar en los recintos hospitalarios, incluidas las zonas al aire libre, por "pedagogia sanitaria".

Un paseo por el hospital de referencia de esta comunidad autónoma permite comprobar que se fuma en la zona de urgencias, debajo de la rampa que permite el acceso a la cafetería, en las paradas de autobuses y taxis de consultas externas, en los accesos al área de hospitalización y, en definitiva, en todas las zonas discretas del perímetro hospitalario. Porque fumar, se fuma, pero intentando sustraerse a las miradas reprobatorias de los no fumadores.

Y sigue expeliendo humo tanto el personal sanitario que debería predicar con el ejemplo como los familiares de las personas hospitalizadas y los propios pacientes, que no pueden sustraerse al vicio ni en sus momentos más críticos. Pese a que muchos piensan que se trata de una batalla perdida, otros creen que finalmente se ganará la guerra contra este nocivo hábito. Es una cuestión de tiempo y de que se generalice y extienda la cultura del respeto a los no fumadores.

En abril del año pasado se creó la Comisión Hospital sin Humo, un grupo de trabajo en el que hay representantes de las áreas médicas que combaten los efectos de este vicio -neumólogos, otorrinos...- así como de todas las categorías profesionales que trabajan en Son Espases.

El subdirector médico Javier Murillas pertenece a ella y recuerda los momentos iniciales en los que se intentó convertir a Son Espases en un espacio libre de humo. "Comenzamos en 2014 con un plan piloto en el área de Psiquiatría que consistía en suministrar parches de nicotina a estos pacientes porque eran a los que resultaba más complicado hacerles comprender que no se podía fumar en el hospital y con los que, en cierta manera, se actuaba más permisivamente, la vigilancia era más laxa", explica Murillas.

Motín en Psiquiatría

La jefa del servicio de Farmacia, Olga Delgado, rememora también que la guerra contra el tabaco se inició en el área de Psiquiatría y que los pacientes "se amotinaron cuando intentamos conseguir que dejaran de fumar. Lo hacían en el interior de sus dependencias y casi en cada taquilla de cada uno de ellos podías encontrar una cajetilla de tabaco".

Poco a poco, gracias a los parches de nicotina y a las altas médicas de los más empedernidos fumadores, se consiguió que los nuevos pacientes psiquiátricos llegaran a un área de hospitalización en la que ya no se podía fumar, explica la responsable de Farmacia que adquiere los parches para que los enfermos con más "mono" de nicotina puedan sobrellevar los periodos en los que están ingresados.

Murillas confirma que el suministro de estos parches a los hospitalizados, que tras el área de Psiquiatría se amplió a los pacientes de Neumología y Otorrinolaringología, ahora está extendido al resto de las plantas de hospitalización del centro. Esto, en lo que a los pacientes se refiere.

Con los trabajadores fumadores del propio hospital, la Comisión sin Humo intenta incentivarlos como buenamente puede para que dejen de hacerlo.

Organiza un certamen anual que premia el mejor cartel para concienciar sobre los efectos nocivos del tabaco sobre la salud y que, en su primera edición, que se celebró el pasado 31 de mayo coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco, se otorgó a José Luis Varela, enfermero del gabinete de Neumología.

De la mano del servicio de prevención de riesgos laborales, ofrece a todos sus empleados adictos a la nicotina la posibilidad de participar en talleres grupales de deshabituación tabáquica. Y recuerda que el hospital dispone de una consulta específica para dejar de fumar conducida por el otorrinolaringólogo Gabriel Jaume desde el año 2005, entonces en Son Dureta. Y esta comisión se encuentra en estos momentos elaborando una encuesta para saber qué porcentaje de sus trabajadores fuma y conocer las dimensiones del problema al que se enfrentan para conseguir que Son Espases deje de exhalar humo.

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