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El Govern estudia el modo de puntuar a los restaurantes según higiene y calidad

El Ejecutivo admite la escasez de inspectores para vigilar los negocios de restauración de Balears

El Ejecutivo balear está analizando fórmulas para puntuar la situación sanitaria de cada restaurante y hacerla pública. Diario de Mallorca

Balears se sitúa entre las zonas del país con un mayor peso de los negocios de restauración, que además no han dejado de crecer durante los últimos años, mientras que la cifra de inspectores del servicio de Seguridad Alimentaria se ha visto reducida a causa de los recortes aplicados en la Administración, según reconoce la directora general de Salud Pública, Maria Ramos. Ante esta escasez de personal, este departamento está analizando fórmulas para incrementar el control sobre estos establecimientos, entre las que se encuentra otorgar a cada negocio una puntuación en relación a factores como su higiene o correcto estado de sus alimentos y hacer públicos estos datos para orientar a los consumidores.

Tal y como se informó ayer, entre los meses de junio y octubre de este año se han realizado inspecciones sobre 1.907 establecimientos (restaurantes, bares, cafeterías o comedores de hoteles y colegios, por citar algunos ejemplos), con el resultado de que en 1.103 de ellos se han detectado incumplimientos de la normativa, en su mayoría relacionados con deficiencias estructurales del local, falta de higiene o insuficiente formación de los trabajadores. En 97 de estos casos las deficiencias eran lo bastante graves como para abrir un expediente sancionador, y en 23 se tuvo que suspender la actividad hasta solventar los problemas debido a que se podía poner en peligro la salud de los clientes.

Un 30% de los locales al año

Según apunta Maria Ramos, este trabajo se ha llevado a cabo pese a que la plantilla de inspectores es claramente insuficiente para controlar a todo el sector (algo más de 20 se dedican a la vigilancia de estos locales), dado que al cabo del año solo se pueden visitar alrededor de un 30% de los establecimientos existentes en las islas.

Por ello, los criterios que se utilizan para determinar los locales a vigilar es el tiempo que hace desde la última visita, la existencia de antecedentes en la detección de faltas graves, o el atender a una población especialmente vulnerable, como podría ser el caso de los comedores escolares.

Pero la importancia que se quiere otorgar a la seguridad alimentaria hace que en estos momentos se estén analizando fórmulas para elevar la presión sobre el sector de la restauración. Según destacó la directora general, se ha solicitado a los técnicos el diseño de un sistema de puntuación de estos restaurantes según su estado sanitario (una formula que podrá asemejarse a la de un TripAdvisor), para luego hacer públicas estas valoraciones.

Tal y como informó ayer Diario de Mallorca, los inspectores otorgan ya una puntuación de cero a cinco según el resultado de las inspecciones, y el resultado es que un 1,1% de los comedores se han calificado con un cero (la peor nota), un 3,2% con un uno y un 13,8% con un dos, todos ellos en el grupo de los suspendidos. Un 42,1% alcanzan el tres (aprobado rascado), un 34,8% llegan al cuatro, lo que supone un buen estado, y un 5% logran el cinco de la excelencia.

La publicación del nombre de los restaurantes y su puntuación está todavía en estudio, y se analizan las ventajas e inconvenientes que puede suponer. Además, el objetivo es negociar su implantación con las empresas del sector. Hay que tener en cuenta que en el Reino Unido o en Dinamarca ya funcionan sistemas para que los ciudadanos conozcan la calificación que cada establecimiento recibe tras ser inspeccionado.

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