La renta social implantada por el Govern balear desde el mes pasado beneficia ya a 406 personas de 104 familias sin ingresos que ya han cobrado un total de 69.784 euros para cubrir sus necesidades básicas.

"Nos tenemos que sentir contentos de que los recursos públicos se destinen a tener una sociedad más digna, más solidaria y más valiente", subrayó ayer la presidenta del Ejecutivo, Francina Armengol, al presentar el balance de la tramitación de cara a la primera nómina de renta social.

A su lado, la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, indicó que en dos meses se han presentado casi 1.600 solicitudes de las que 174 han sido denegadas.

Santiago anunció que se aprobará un decreto para suplir una carencia percibida en estas primeras semanas, que es que el reglamento impide conceder esta ayuda a mujeres separadas con hijos a su cargo con pensiones de alimentos por debajo de los 557 euros mínimos.

La consellera explicó que una parte significativa de las solicitudes denegadas corresponden a mujeres en esa situación y apuntó que se han detectado otros problemas que requerirán de ajustes, como la falta de derecho a cobrar la renta de víctimas de violencia machista que no han presentado denuncia por temor a represalias, algo que se intentará resolver en coordinación con el Instituto de la Mujer.

Santiago resaltó también que, a pesar de las críticas de quienes auguraban un elevado fraude, solo ha habido "seis o siete" casos de personas con ingresos que han intentado ocultarlos, mientras que otras denegaciones corresponden a falta de permanencia en Balears durante los 3 años requeridos, ausencia de empadronamiento y otros.

Medio millar de las 1.600 solicitudes tramitadas están pendientes de que los demandantes de la renta social aporten datos solicitados por el Govern para poder certificar su derecho a percibir la ayuda mensual. De las 1.250 peticiones planteadas en mayo y las más de 300 registradas en junio, el 79 % las han presentado españoles y el resto extranjeros, tanto europeos como extracomunitarios, detalló Santiago.

La presidenta Armengol hizo hincapié en que la renta social es una de las medidas de las que se siente más orgullosa y una de las políticas más significativas de las pactadas por el PSIB, Podemos y Més en los acuerdos que sustenta su Govern.