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Entrevista

Víctor Alvargonzález: "Para tapar agujeros se ha tirado en exceso del camino fácil de los impuestos"

"Un banco es un vendedor de sus productos, y eso no es un buen asesor"

Víctor Alvargonzález pronunció ayer una conferencia en Palma. b. ramon

Víctor Alvargonzález es director de estrategia de la sociedad de valores Tressis y ayer viajó a Palma para ofrecer una conferencia sobre Estrategias de inversión para 2016.

-Los depósitos en los bancos están dando una rentabilidad casi nula, pero en palabras de un empresario, últimamente parece que la Bolsa esté conducida por una persona ebria. ¿Cómo convencer al ahorrador de la necesidad de pasar por fondos de inversión para poder recoger unos beneficios aceptables?

-Pues es como el vino. Dicen los médicos que un vaso es bueno para la salud, pero tomarse una botella diaria es malo. La gente debe de entender que sin asumir un cierto riesgo es imposible obtener una rentabilidad decente. Uno de los motivos de que la Bolsa esté tan volátil es que los tipos de interés cero hacen que mucha gente que antes no invertía en Bolsa, ahora ponga algo de sus ahorros. Cuando cientos de miles de personas lo hacen a la vez, eso genera mucha entrada de dinero y fuertes subidas, pero cuando hay un problema también todos venden a la vez. Es cierto que hay que asumir riesgos, aunque existe un término medio para eso, y hay que tener en cuenta que mucha gente a la caza de rentabilidad también genera volatilidad. ¿Cómo obtener una rentabilidad mejor que un depósito sin perder el sueño? No es complicado. Volviendo a los médicos: toma platos pequeños para que sea una dieta equilibrada. Además, teniendo en cuenta que tenemos tipos cero, todo lo que supere el 1,5% es una rentabilidad estupenda para un inversor conservador, y más en un momento de inflación negativa.

-¿La volatilidad ha venido para quedarse?

-Sin ninguna duda. Tiene muchos orígenes, pero la que se va a quedar viene provocada por los bajos tipos de interés y una inflación muy baja o negativa. Eso es una situación anormal, en la que los mercados actúan despistados. Pero la volatilidad no implica que perdamos, y durante 2015 la Bolsa europea ha ganado un 7,2%.

-"2016 no va a ser un año para corazones débiles". La frase es suya.

-Solo añadiría que esos corazones pueden estar tranquilos si su cartera de inversiones maneja el riesgo en platos pequeños.

-Están apareciendo muchas voces que lamentan también la inestabilidad política en España ¿Cómo afecta?

-Yo hablaré de la parte financiera. Irónicamente, lo que en estos momentos hace que la Bolsa española vaya por detrás es más el peso que en las compañías del Ibex tiene Latinoamérica. El gran temor de los mercados es que un aterrizaje forzoso de China, que lo puede aguantar porque tiene músculo financiero, tenga víctimas colaterales, como los países más pequeños que le venden productos, o que tienen que exportar compitiendo con una China que devalúa su moneda. Esos están fastidiados. El riesgo grande, que no tiene por qué materializarse, está en los países emergentes. Y en el Ibex hay muchas compañías cuyos ingresos dependen en parte de Latinoamérica. Luego hay también un componente político. En Tressis tomamos la decisión de sacar a España de las carteras de renta variable tras las elecciones municipales y autonómicas. No entro en si es bueno o no para España lo que está sucediendo, pero para los inversores ver una coalición como la de Madrid o Barcelona trasladada al conjunto del país, tiene efectos. Ese inversor extranjero ve lo que ha pasado en Grecia, se preocupa, y para el dinero lo peor es la incertidumbre.

-¿España no es un país para invertir en renta variable?

-No lo es porque a la volatilidad de los mercados en general hay que añadir riesgos específicos, como la influencia de Latinoamérica y cierta incertidumbre política. Pero una cosa es que la Bolsa baje por temores políticos y otra que España sea solvente, ya que no ha dejado de pagar su deuda principal ni los intereses.

-Usted ha afirmado en un artículo que los golpes fiscales a las clases medias han impulsado el populismo.

-Creo que había que pagar los platos rotos, cubrir los agujeros, y se ha tirado en exceso del camino fácil de los impuestos, y quienes tienen una nómina a la que apretar son las clases medias y medias-altas. Se ha ajustado mucho más el cinturón a los ciudadanos más expuestos a la política fiscal, pese a que la Administración todavía tiene grasa suficiente para eliminar. La única vía para recuperar el consumo es que los consumidores tengan dinero, y la solución fácil de los impuestos luego tiene efectos negativos.

-Problemas en la economía China y en los países emergentes, precio del petróleo a la baja... ¿Esta inestabilidad internacional va para largo?

-El problema es China. No puedes cambiar una economía por decreto desde un politburó. Quieren estar en la economía de mercado pero tienen las limitaciones de la política comunista, y el proceso es difícil de digerir. Pero China puede graduar este cambio, que quizás tiene que ser menos brusco, y necesita transparencia.“Hemos atraído a los turistas, pero habría que atraer también a sus empresas”

-El inversor recurre a los bancos para asesorarse sobre el destino de los ahorros, pero hace algún tiempo que además se sale de ellos con planes de jubilación, seguros de vida...

-El banco es un vendedor. Fabrica unos productos, como fondos de inversión, que no tienen nada de malo, pero el vendedor vende lo suyo y no es un buen asesor. Es como si el médico fuera el dueño de la farmacia y del laboratorio, y lo que hace es recomendar sus propios medicamentos, aunque los de las competencia sean mejores. Es preferible tener un asesoramiento independiente. Además, a partir de ahora esto lo vamos a ver de forma llamativa. Uno de los problemas de estas entidades es cómo ganar dinero cuando los tipos de interés son cero, y creo que la fórmula para evitar dar nada por un depósito va a ser el convencerte de que a cambio compres otro producto, como un seguro. Eso supone el peligro de adquirir algo que no se necesita. La gente debe de mirarlo con mucho cuidado.

-¿Usted invertiría en una economía como la balear, extremadamente dependiente del turismo?

-La pregunta es más difícil de lo que parece, aunque la respuesta inmediata es sí. España ha sido bendecida con un clima y una geografía maravillosas. Pero hay que ver hasta que punto lo estamos aprovechando, es decir, decidir si somos la Florida europea, a la que va la gente de vacaciones y a retirarse, o la California de Europa, en la que además se ha creado Silicon Valley. Hemos atraído a los turistas, pero no sería mala idea atraer también a las empresas de sus países en las que trabajan.

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