Tras un ligero descenso de las temperaturas en un invierno más cálido de lo normal, los servicios de urgencia de los hospitales públicos de Mallorca ya muestran los síntomas de una gripe en toda regla.

Tal y como denunció el sindicato UGT y confirmó más tarde el propio Servei de Salut, no menos de setenta personas esperaban cama en los dos principales centros sanitarios de la isla, Son Espases y Son Llàtzer. Y, pese a que el IB-Salut rechazaba hablar de "colapso", el sindicato denunciaba que pacientes instalados en camillas precariamente ubicadas en pasillos con grandes incomodidades y ninguna intimidad debían permanecer así por espacio de hasta 35 horas en espera de que una cama de hospitalización quedara libre.

El sindicato UGT concretó que ayer mismo había 40 pacientes aguardando en urgencias de Son Llàtzer y otros tantos en el servicio de Son Espases, aunque denunció que la situación era más intolerable en el primero de los dos centros sanitarios porque toda una planta, con una capacidad aproximada para 24 pacientes, se encontraba cerrada.

La aglomeración de pacientes en el hospital que cubre la zona de Migjorn de la isla también estaría provocada por la llegada de enfermos procedentes de los centros comarcales de Inca y Manacor, hospitales que habrían tenían que actuar así al tener el cien por cien de sus camas ocupadas.

UGT precisó que incluso el hospital de Manacor habría tenido que derivar el pasado fin de semana hasta 4 pacientes al Hospital de Llevant, centro sanitario privado con el que el Servei de Salut habrá firmado algún tipo de concierto.

Por su parte, el IB-Salut confirmó esta última derivación de pacientes al centro de Porto Cristo ya que, dijo, se habría incluido a este hospital dentro del plan de contigencia que ha elaborado para afrontar estos picos asistenciales.

Asimismo, matizó que a las tres de la tarde de ayer había unos treinta pacientes esperando cama en Son Espases, centro del que aseguró que tenía "el cien por cien abierto". Para atenuar una previsible mayor demanda de camas, el centro de referencia habría concertado unas veinte en el Sant Joan de Déu que se irán abriendo de manera progesiva, en función de las necesidades.

De Son Llàtzer admitió que a las tres de la tarde de ayer había 33 pacientes esperando y también la existencia de la planta con 24 camas cerradas. No obstante, matizó que doce de estas camas ya fueron abiertas ayer y que las doce restantes se habilitarían hoy. Para atenderlas, dijo haber contratado a dos enfermeras y dos auxiliares de enfermería. Para terminar el recuento, habló de 9 pacientes esperando en Inca, 6 en Manacor y otros 6 en Can Misses mientras que en el Mateu Orfila de Menorca la normalidad era absoluta.

UGT reclamó al Servei de Salut que mantenga todos sus recursos asistenciales abiertos y una mayor agilidad a la hora de contratar a profesionales con los que hacer frente a estas demandas.