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Los apartamentos turísticos admiten que sufren "una burbuja"

La patronal Aptur-Balears destaca el fuerte incremento de las viviendas que se ofrecen por internet pero advierte de que este 'boom' no se podrá prolongar durante mucho tiempo

Palma y las zonas turísticas registran un fuerte aumento de los alquileres vacacionales. I. Sutorras

Si amanece un día nublado, las colas de coches con turistas que intentan acceder a Palma se convierten en la tónica, con unos niveles de saturación de los accesos a la ciudad y de algunas de sus infraestructuras, como los aparcamientos subterráneos, que alcanzan cotas desconocidas pese a ser situaciones que se registran cada verano. ¿De dónde ha salido este año tanta gente? Según los empresarios de la oferta complementaria, del boom que se está dando en el alquiler de viviendas vacacionales, una opinión que comparte la patronal que las representa, Aptur-Balears, aunque su gerente, Irene Perelló, hace una advertencia: su sector está viviendo una "burbuja" que va a terminar reventando, al considerar que el mercado va a hacer en poco tiempo una depuración de los productos de peor calidad.

Irene Perelló admite que la falta de regulación de los plurifamiliares que se alquilan a turistas hace difícil poner cifras concretas sobre la mesa, pero coincide con el resto de patronales en que todo apunta a que nunca había habido tantos pisos en alquiler como en estos momentos.

Varias son las causas que han provocado esta "burbuja", según apunta, empezando por una construcción masiva de residencias algunas de las cuales no se han vendido y se destinan al alquiler, a lo que se suma una crisis que ha llevado a muchas personas a ofrecer algún inmueble de su propiedad a los turistas para así obtener unos ingresos extra que en muchos casos no son nada desdeñables. Pero según la gerente de Aptur-Balears, el factor clave tiene un nombre propio: internet. La aparición de múltiples plataformas digitales desde las que se pueden contratar estos alquileres ha generado un boom sin precedentes en esta actividad.

Es aquí cuando Perelló hace la citada advertencia: esta burbuja terminará reventando. El motivo es bien simple, y radica en que el mercado se ha llenado también de productos de muy baja calidad, que posteriormente son valorados de forma muy negativa por sus usuarios en las mismas páginas web que los comercializan, lo que terminará expulsándolos del mercado.

Este es uno de los argumentos que se utilizan desde esta patronal a la hora de reclamar al Govern su regulación: poder fijar unos niveles mínimos de calidad. La gerente de Aptur-Balears señala que éste fue uno de los temas que se plantearon durante la reciente reunión que mantuvieron con la directora general de Turismo, Pilar Carbonell.

Un ejemplo: hay apartamentos que se ponen en alquiler y que son amueblados con restos de otras viviendas para cubrir unos mínimos que, según esta patronal, no son tolerables.

Por ello, esgrime que a la hora de regular los plurifamiliares que se puedan ofertar en alquiler, un punto que el nuevo Govern deberá incorporar en esa normativa es el mobiliario que deberá incluirse en la vivienda y la calidad del mismo.

Otro factor que se está analizando con el Ejecutivo balear es la implantación de la ecotasa, que Aptur-Balears defiende, aunque pide que se cobre en el billete de barco o avión.

Evolución de los precios

En cualquier caso, la fuerte demanda existente en estos momentos está favoreciendo un incremento de los precios, según se pone en evidencia en el último informe elaborado por el portal inmobiliario fotocasa.es. Según esta empresa, los precios de los alquileres de Balears registraron el pasado mes de julio un crecimiento del 11% en relación al mismo mes del año anterior, lo que supone el encarecimiento más acentuado de todo el país.

Además, este portal sitúa a las islas como la cuarta comunidad con los alquileres medios más altos de España, con 8,03 euros mensuales por metro cuadrado, solo superados por los del País Vasco, Madrid y Cataluña.

Como referencia, el precio balear es un 13% más elevado que la media española, cifrada en 7,1 euros por metro cuadrado.

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